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En cierto sentido, en mayor o menor grado, somos sujetos de la manipulación política por parte de líderes y/o gobernantes en sus tres órdenes de gobierno. Para tratar de entender este fenómeno psicológico es necesario preguntarse ¿qué es la manipulación? Al respecto diré que la manipulación, ( El libro negro de la manipulación de masas de Alexander H. Fitz), se produce cuando un individuo o grupos de individuos ejercen una toma de control del comportamiento de una persona o de un grupo, usando para ello técnicas de persuasión o de sugestión mental, con el propósito de anular la capacidad crítica, de juzgar o de rehusar información y, eventualmente, recibir órdenes o aceptar la información que los lideres proponen para modificar sus creencias o distorsionar la verdad o la justicia.

Para que este fenómeno psicológico de la manipulación sea altamente efectivo, lo primero que se hace es nulificar en el sujeto la capacidad de racionalización y simultáneamente exaltar las emociones. No hay que olvidar que las emociones les dan color a nuestras vidas e influyen en nuestro comportamiento. Las emociones son armas muy poderosas de persuasión y este recurso lo saben los políticos, pero no son los únicos que lo saben, también, los comerciantes, industriales, banqueros, empresarios, etcétera; y en los tiempos de las redes sociales todo aquel que quiera vender algo usa estrategias de marketing dirigidas a exaltar las emociones y atraparlo como consumidor.

Para tratar de entender la polaridad, la división social y la incertidumbre que estamos viviendo es necesario fijar nuestra atención en el impacto que han causado las redes sociales, las cuales han venido a modificar nuestras formas de comunicar y de relacionarnos socialmente, se han convertido en el recurso tecnológico más efectivo para manipular nuestra conciencia, nuestra manera de compórtanos, de sentir, de pensar, de creer, pero sobre todo, de nuestra manera de interpretar el mundo y nuestra realidad, sumado a los canales de televisión, prensa y radio que hacen lo propio.

En vísperas de la contienda electoral se ha desatado una guerra mediática atroz, especialmente en redes sociales, porque se están convirtiendo en los canales más efectivos y versátiles de manipulación, truqueando la realidad exaltando virtudes o destrozando la personalidad de los contendientes. Hoy en día con el uso de la inteligencia artificial IA se pueden hacer videos falsos, copiar voz e imágenes y modificarlas, se pueden colocar filtros o pantallas para que las fotografías luzcan más bellas y/o en lugares distintos o con apariencias más jóvenes, se pueden hacer video y foto montajes. Al fin y al cabo, una mentira repetida mil veces se puede convertir en una verdad.

La cuestión es que mucho de nosotros tenemos como fuente principal de información lo que nos llega a través de nuestros celulares (internet móvil), que nos conectan a las redes sociales al momento y en cualquier lugar, siempre y cuando contemos con wifi o servicio prepagado. El 78.28 por ciento de los mexicanos contamos con un celular donde constantemente estamos recibiendo mensajes y la gran mayoría son fake news (mentiras), bulos (mentiras falsas que se difunden para perjudicar a alguien, troles (persona con identidad desconocida que publica mensajes provocadores, polémicos, cuya principal intención es molestar o provocar una respuesta emocional negativa con fines diversos). Ojo, mucho ojo, estos instrumentos son pagados por los interesados en manipular y truquear la realidad.