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En esta tercera y última nota sobre el encuentro de la COP 28, comparto con ustedes los resultados presentados en la Cumbre del Clima, por la Delegación de México y las posiciones asumidas antes los acuerdos alcanzados.

A través de sus representantes en la COP 28, manifestaron su entusiasmo ante una de las resoluciones como fue la consolidación del Fondo para Pérdidas y Daños y sobre todo en comprometerse a triplicar la capacidad de energías renovables. En cuanto a la primera nos quedan dudas si México está transitando con un plan de acción consolidado sobre adaptación al cambio climático que nos garantice frente a desastres climáticos, como el sucedido en Acapulco por el huracán Otis, el contar con los elementos para prevenir las causas que se combinan para que estas catástrofes puedan atenuarse. Por otra parte, este fondo para pérdidas y daños quedará bajo la órbita del Banco Mundial por un período de cuatro años y no de un fondo independiente, lo cual indica que mejor sería pensar algo más conveniente para que los países vulnerables a estas calamidades cuenten con los fondos necesarios para dar respuestas inmediatas.

Por otra parte, si bien la Delegación mexicana se expresó en favor de las comunidades más vulnerables, algunas organizaciones sociales presentes en la Cumbre no escatimaron en señalar en foros paralelos y a la prensa que en México no existe una política pública orientada a atender el tema de los desplazados climáticos.

Por lo general la política de México, en términos generales, ha sido regresiva en lo que corresponde a transitar hacia una economía baja en carbono, y no aparece en su horizonte dejar atrás el uso de combustibles fósiles. Este ha sido un tema crucial en la Cumbre.

Se enfatizó el enfoque de derechos humanos, interseccionalidad e intercultularidad, género, financiamiento y adaptación, entre otros, pero en materia de la reducción de emisiones se tiene que cambiar algún día. Contrariamiento, México tiene programado seguir construyendo plantas de gas, esto va en contra de empezar a reducirse emisiones para cumplir con las metas que prometió.

A este punto, y si bien el trabajo es de todos, el país debe priorizar una agenda de desarrollo sin tanto uso de petróleo y gas fósil como combustibles prioritarios. Se necesita diseñar los esquemas institucionales que garantice al país contribuir al mundo en materia de cambio climático.

El mundo debe limitar el calentamiento global a 1,5 ª respecto de los niveles preindustriales. En la declaración final de la conferencia se recalcó que “la ciencia ha hablado de forma clara y contundente” sobre la necesidad de lograrlo, sin que sea demasiado tarde para hacerlo.

*Integrante del NODESS Morelos Solidario y Cooperativo.

c.girardo@hotmail.com