LA MUJER, EL FEMINISMO Y LA FEMINEIDAD
La triada Mujer, Feminismo y Femineidad con frecuencia se usan como si tuvieran el mismo significado con un mismo origen, evolución y finalidad, sin embargo, esta triada tiene orígenes y ámbitos distintos, MUJER es un concepto biológico, FEMINISMO es una construcción histórico social, en tanto que FEMINEIDAD se refiere a una forma de pensar, sentir y vivir, es un concepto subjetivo que cae en el ámbito del espíritu y de lo que da sentido y significado a las cosas.
MUJER. Ser una mujer o un hombre es un evento probabilístico. De acuerdo con las leyes de la genética mendeliana, se tiene un 50 por ciento de probabilidades de que una fertilización o fecundación genere un varón o una hembra.
Sabemos que los cromosomas en un organismo se encuentran por pares. Durante la formación de las células sexuales ocurre un proceso llamado meiosis a través del cual se separan estos pares para formar las células sexuales (ley de la disyunción o separación). Las células sexuales solo tienen uno de los dos pares.
La meiosis logra que el par de cromosomas XX se separe originando solamente células sexuales del tipo X. En tanto que el par XY al separase puede dar dos tipos de células sexuales, X o Y.
Al momento de la fecundación, los gametos de la hembra que solo portan cromosomas sexuales X se unen con los del macho que pueden ser X o Y. De esta manera se dan combinaciones al azar que generan dos tipos de uniones. XX (hembra) o XY (macho) en igualdad de proporciones.
Este es un fenómeno eminentemente biológico en el cual de manera aleatoria puede originarse un macho o una hembra. Esto es lo que se conoce como el mecanismo de determinación del sexo. Por lo que ser un hombre o una mujer es solo un evento biológico y probabilístico
EL FEMINISMO es una construcción histórica social que pretende la igualdad genérica a través de combatir la discriminación de las mujeres. El feminismo busca desmantelar las estructuras de poder que mantienen y perpetúan las desigualdades de género limitando los derechos en los ámbitos del trabajo, la educación, la política y más.
Se reconocen cuatro olas o corrientes del feminismo en función de sus enfoques y objetivos, pero todas estas corrientes comparten el compromiso de promover la igualdad de género y empoderar a la mujer.
La primera ola (fines del siglo XIX a inicios del XX). Esta corriente se centró en los derechos civiles y políticos de las mujeres como el derecho al voto. En México fue hasta 1953 cuando la mujer pudo votar y ser votada, casi al final de esta ola.
La segunda ola (1960 a 1980) emerge en el contexto de movimientos civiles y de los derechos humanos en la década de 1960. En esta corriente, se incluyen la igualdad de género en el trabajo, la educación, la legalidad y la sexualidad.
La tercera ola (1990-2000) se caracteriza por un enfoque hacia la diversidad y la inclusión, haciendo énfasis en el constructo conocido como interseccionalidad (diferentes formas de opresión femenina de orden racista, clasista, sexista y la homofobia).
Cuarta ola (2000 – actualmente) se caracteriza por el uso de redes sociales, plataformas digitales y se centra en el acoso sexual, la violencia de género, representación en la vida política y lo laboral.
LA FEMINEIDAD se refiere a una serie de atributos, comportamientos, formas de pensar que social e históricamente se han asociado con las mujeres. Este concepto incluye desde la apariencia, los modales, el lenguaje, la sensibilidad humana y social, la empatía, la cooperación, el altruismo, la intuición, el afecto, la ternura, el amor. Hoy se apuesta a que estas cualidades abonan a la construcción de un mundo equitativo y en paz.
Es por eso por lo que, en la agenda 2030 de la UNESCO uno de los 17 objetivos para un futuro más vivible considera como uno de éstos la igualdad de la mujer pues se considera casi como requisito sine que non, a la mujer y su empoderamiento para la construcción de la paz y una visión de un mundo mejor.
Las características de la femineidad no son exclusivas de un género, toda vez que el cromosoma X donde se determina el sexo y también muchas características de la femineidad, la portan tanto las mujeres, XX como los hombres XY.
Hoy, se evidencia un empoderamiento femenino, “es el tiempo de las mujeres”, y se tiene la esperanza de que la conducción femenina de la vida política, social, económica, cultural, intelectual y más, sienten las bases de un mundo mejor para nuestros hijos y nuestros nietos.