SABERES LOCALES PARA LA EDUCACIÓN AMBIENTAL
Durante su visita a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en febrero del 2016 el Papa Francisco hizo toda una apología de la sabiduría, pensamiento y práctica de protección del medioambiente de los ancianos indígenas de esas tierras y dijo que deberíamos aprender de éllos, sus enseñanzas y el respeto que tienen a la tierra.
El papa Francisco, no es ajeno a la problemática ambiental que amenaza la supervivencia del planeta y dedicó por completo una encíclica conocida como Laudato si, a la reflexión y propuestas del cuidado, preservación y amor al medioambiente.
Presento algunos párrafos de este documento que en esencia son una síntesis del pensamiento ecológico moderno. El primer párrafo inicia recordando la manera como el hombre de Asís alababa al Creador: alabado seas mi señor por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Esta hermana, continua el texto clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores autorizados para expoliarla.
En este documento se menciona también el pensamiento de Juan Pablo VI sobre la problemática ecológica como “consecuencia dramática” de la actividad descontrolada del ser humano y señala que debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, (el ser humano) corre el riesgo de destruirla y a su vez ser victima de esta degradación.
En esta encíclica, se considera la urgencia de un cambio radical en el comportamiento de la humanidad porque los progresos científicos, el crecimiento económico, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre.
El pensamiento ecológico de la encíclica coincide con un nuevo constructo, el de la ecología sagrada que han venido practicando desde hace muchas centurias nuestros ancestros mesoamericanos y que apunta a un nuevo paradigma ambiental.
La ecología sagrada se entrelaza con las cosmovisiones indígenas y tradiciones locales que ven a la Tierra como un ser vivo y sagrado. Este constructo inspirado en las tradiciones y saberes prehispánicos promueve un enfoque más holístico y espiritual para la conservación del medioambiente.
El enfoque de la ecología sagrada permea a nivel global. Enuncio algunos de sus representantes Manari Ushigua líder y chaman (Ecuador), Marina Silva exministra del Medioambiente (Brasil), Josefina Aranda, etnobotánica que ha trabajado en la preservación de los saberes tradicionales (México); Enrique Leff, filosofo ambiental (México) y muchos otros pensadores, activistas y educadores nacionales.
La incorporación de la cultura y los saberes locales en la educación ambiental es un enfoque que reconoce la riqueza del conocimiento tradicional y su relevancia para comprender y resolver problemas ambientales contemporáneos.
En mis trabajos de investigación pude identificar que muchas comunidades indígenas poseen un conocimiento detallado sobre la biodiversidad, la gestión de ecosistemas y técnicas agrícolas sustentables aunque muchas veces solo se preservan en la memoria colectiva de los más ancianos.
Con la intención de incorporar este enorme bagaje de saberes tradicionales a la educación y en especial a la educación ambiental desarrollé como tesis doctoral el trabajo Saberes Agrícolas Tradicionales rescate e incorporación en la educación superior agrícola, misma que publicó en su versión libro la Univesidad Autónoma Chapingo.
La cultura y los saberes locales en la educación ambiental enriquecen el currículo al tiempo que ayudan a construir una sociedad más consciente, respetuosa y comprometida con la protección del medioambiente. Este enfoque conecta al estudiante con su contexto, con su patrimonio y fomenta una ética de cuidado de nuestra casa común basada en los saberes heredados por los abuelos.
En síntesis, los saberes ecológicos locales desde una visión holística proporcionan elementos necesarios para una educación ambiental que incorpora no solo conocimientos y practicas sustentables sino también una cosmovisión espiritual que nos concientiza del daño que hemos hecho a la naturaleza y de la imperiosa necesidad de una relación armónica con la misma.