FANATISMO POLÍTICO
Hace unos días vi en las redes sociales el posicionamiento de un líder de la iglesia católica ante la inseguridad que vivimos en el país, en particular el estado de Morelos haciendo mención especial a los casos de Cuautla. Me pareció una declaración y un posicionamiento valiente además de necesario y oportuno.
Sin embargo, en respuesta a este posicionamiento algunas personas subieron comentarios descalificando al jerarca y a los ministros de la iglesia como aliados de los ricos, pederastas y más. Esto me sorprendió, pues desde una lógica elemental, no había relación entre el posicionamiento abierto ante una violencia generalizada y las descalificaciones hechas.
Para entender cuál pudiera ser la motivación de las descalificaciones ante una realidad tan evidente y lacerante, intento hacer un análisis del contexto. Las declaraciones del líder religioso ponen de manifiesto un estado con vacíos inocultables en diferentes rubros como el de seguridad y los responsables de nuestra seguridad se sienten descobijados y hasta agredidos. Los responsables en la política partidista tienen un color bien definido.
Quienes descalifican estas verdades inocultables sienten que de alguna manera se evidencia la incapacidad o al menos la omisión de los responsables y pone en entredicho sus filias y creencias por lo que la reacción inmediata es la negación y la descalificación. Esta actitud de acuerdo con la psicología se conoce como fanatismo.
El fanatismo es una actitud de pasión excesiva, irracional y acrítica por una causa, idea, persona o actividad. Los fanáticos tienen una devoción ciega hacia el objeto de su admiración. Rechazan cualquier intento directo o indirecto de cuestionamiento al objeto de su fanatismo que puede ser religioso, deportivo, político y más.
Hace unos días escuche una conferencia donde se señalaban algunas de las características que identifican a una persona fanática. En la conferencia se señalaron cuatro características. Me di a la tarea de profundizar en el tema y encontré algunas más, que desgloso a continuación.
El fanático tiene una creencia ciega, no tiene dudas ni cuestiona sus creencias, el partido o la idea que apoya. No considera alternativas. Solo hay un camino; La intolerancia es otra característica del fanatismo, no acepta opiniones o creencias diferentes a las suyas; tiene una fuerte necesidad de identidad grupal, su identidad personal está fuertemente vinculada al objeto de su fanatismo por eso las victorias o derrotas de su causa, las siente como propias.
Otra característica de esta actitud es la tendencia a la evangelización, busca convertir a otros a su causa o creencia y expandir su comunidad de creyentes. Por otro lado, el fanatismo tiene una visión binaria de la vida, solo hay buenos o malos, blanco o negro, el que no está conmigo está contra mí. Desde luego el fanático está entre los buenos y defiende su creencia a ultranza despreciando cualquier intento de crítica.
La negación de la realidad es otra característica del fanatismo, se niegan las evidencias por fehacientes que sean. De acuerdo con los psicólogos hay otras características del fanatismo que dejo en el tintero para ocupar este espacio para identificar los factores que dan origen a este fenómeno.
Los expertos sostienen que el fanatismo es producto de factores psicológicos, sociales y culturales. Uno de éstos, es la necesidad humana exagerada de pertenencia, de pertenencia a un grupo o una comunidad.
El fanatismo es una respuesta a la inseguridad personal o al miedo a lo desconocido, a lo diferente, por lo que el fanático se apega firmemente a su creencia o ideologías que le ofrece un sentido de certeza y seguridad ante un mundo amenazante.
Algunas personas pueden inclinarse hacia el fanatismo debido a su deseo de respuestas simples a problemas complejos. El fanatismo ofrece narrativas claras y sin ambigüedades que simplifican la realidad, lo cual puede ser psicológicamente reconfortante
El acceso limitado a un solo tipo de información contribuye al comportamiento fanático. La exposición a una sola perspectiva o fuente de información limita la capacidad de una persona para comprender y empatizar con otros puntos de vista alternativos o diferentes. la influencia de lideres carismáticos con ideologías exclusivistas y retórica de división fomenta el fanatismo.
Los comentarios que mencioné al inicio de este artículo me condujeron a esta reflexión. La violencia en el país no puede negarse ni justificarse. Negar, justificar, mimetizar o desviar la atención de una realidad es caer en una actitud fanática.
