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Graciela Quiñones Bahena fue la primera directora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Su llegada al cargo fue sumamente accidentada (no tanto como su salida).

En 2019, Carlota Olivia Casas Vega, catedrática de la facultad, inició un juicio de amparo en contra de la convocatoria que, a su juicio (que después sería compartido por el juzgador) discriminaba a las mujeres por “la falta de implementación de prácticas y normas para lograr la igualdad o equidad sustantiva para las mujeres y evitar su discriminación en el proceso de elección del personal directivo”. En el 2021, se resolvió en definitiva el amparo y el juzgado instruyó a la UAEM a emitir una nueva convocatoria exclusiva para mujeres. El ocho de agosto de 2022, el Colegio Electoral de la facultad acató la instrucción y el 29 de septiembre, Graciela Quiñones Bahena fue electa por 90 votos, contra 29 de Michelle Alejandra Onofre y 13 de Gloria Vergara Salinas.

Muy poco duró el gusto. Quiñones Bahena se enfrentó de forma continua con grupos diversos al interior de la escuela que le tocaba liderar y los disensos llevaron a un paro de estudiantes al que se sumarían docentes y personal administrativo, que inició desde noviembre pasado con una demanda central: destituir a la directora de la facultad. Ya no importaba que fuera la primera mujer en encabezar una de las escuelas más importantes, por su matrícula y tradición, de la UAEM.

También en noviembre se dio la elección de la rectora, Viridiana León Hernández, quien desde su toma de protesta instruyó a la Secretaría General de la UAEM a encontrar una solución apegada a derecho, pero también con sensibilidad política, para terminar con el conflicto. En tanto, la directora buscó la protección de la justicia federal que le fue negado.

Para el fin de semana pasado, la Comisión de Honor y Justicia de la UAEM ya tenía prácticamente resuelto el dictamen sobre el caso, en que se establece que Quiñones Bahena es responsable de violaciones a los derechos de los universitarios y a la norma universitaria por lo que debe ser destituida. El lunes la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos exhortó a una pronta solución al conflicto y demandó a la universidad garantizar los derechos de los estudiantes a la libre expresión, la asamblea y la escucha y atención de sus demandas. El resolutivo de la Comisión de Honor y Justicia fue entregado al Consejo Universitario que en sesión de este 30 de enero lo votó.

De los presentes en la sesión, dos anularon su voto, diez se abstuvieron, cuatro fueron en contra, y 109 respaldaron el dictamen. Frente a ello, la rectora instruyó “revóquese con efecto inmediato el nombramiento como directora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la doctora Graciela Quiñones Bahena” y para los efectos, tendría que ser la Secretaría General la que cumpliera con la instrucción. Para salvaguardar los derechos de los estudiantes y trabajadores de la Facultad, en el mismo acto se nombró a Gloria Vergara Salinas, como directora interina, desde este martes hasta el 25 de septiembre de 2025. En el recinto se alcanzaban a oír los gritos de júbilo de los estudiantes que mantenían el plantón de protesta desde noviembre pasado.

Seguramente no fue fácil para la rectora, primera mujer en el cargo, remover a una también precursora. Eso es probablemente lo único que comparte con la ya exdirectora de la facultad. Ambas fueron pioneras en encabezar la administración de áreas universitarias (la escuela de Derecho y la Rectoría) que parecían vedadas a las mujeres. Ambas fueron también electas mayoritariamente en su momento. Quiñones Bahena tuvo menos votos para su designación (90) que Viridiana León (110). También tuvo la exdirectora muchos menos votos para su elección que para su destitución (109).

Pero no todas las pioneras son iguales, como ha quedado demostrado en la UAEM. Viridiana León ha intentado reforzar los consensos al interior de la universidad (no ha perdido un solo voto de quienes la respaldan desde hace poco más de dos meses), y ha sabido construir espacios para consolidar un proyecto de administración que podría generar cambios positivos para el futuro de la universidad. Graciela Quiñones se fue enfrentando poco a poco con estudiantes, maestros y administrativos que no identificaron nunca un proyecto de liderazgo efectivo en la facultad de Derecho; construyó barreras frente a las que fue cavando zanjas anchas y profundas que la separaron de la comunidad estudiantil, de muchos maestros y administrativos, y de la administración central. Cuando la Comisión de Honor y Justicia revisó el caso llegó a esta conclusión, era imposible ya mantenerla como directora.

Por supuesto que la directora intentó defenderse, pero por la vía de la inexactitud que a veces se parece demasiado a la mentira. Quiñones aseguró que no había sido escuchada en defensa, lo que es falso, la Secretaría General y la Rectoría tuvieron reuniones con ella, según se hizo constar en la sesión de Consejo Universitario; pero los argumentos de la directora no fueron suficientes para salvar su permanencia en la facultad. Al contrario, resultaron a la luz de los hechos y las nuevas acusaciones que se fueron sumando desde que inició el proceso, hasta más incriminatorios.

Al término de la sesión del Consejo Universitario resultaba evidente que aún no ha sido resuelto del todo el conflicto en la Facultad de Derecho de la UAEM, alumnos y maestros expresaron temor por su futuro frente a probables represalias que pudieran tomar los grupos que volvieron suyo el conflicto con la directora. Tocará a Gloria Vergara Salinas liderar el proceso de sanación en la comunidad académica y estudiantil que puede llevar muchos meses. Pero la recuperación de la escuela sin duda inicia con la remoción de la directora de la facultad.

Dato importante, la remoción de Quiñones Bahena no debería justificar la misoginia de nadie. La abogada se equivocó como directora de la Facultad de Derecho, y así lo prueba el dictamen de su remoción y la mayoría que lo respaldó. Pero eso no juzga la capacidad de la exdirectora para ningún otro encargo, y mucho menos, la que las mujeres tienen como líderes y para ello hay múltiples muestras, dentro y fuera de la universidad.

@martinellito

martinellito@outlook.com