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El dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jonathan Márquez, busca una diputación local por la vía plurinominal y bajo la figura indígena.

Recientemente y tras asegurar que por muchos años ha trabajado en favor de las comunidades indígenas, autoridades auxiliares del poblado de San Antón le otorgaron su constancia de autoadscripción indígena para particular en este proceso electoral.

“Cumplo con lo establecido en el Código Electoral, que es contar con una autoadscripción calificada y para que esta sea válida lo primero que tiene que haber es un sentido de pertenencia, el cual [se verifica] a través de la carrera en las que he trabajado a favor de las comunidades indígenas”, aseguró.

Jonathan Márquez resaltó que en procesos anteriores ha contendido por el V distrito que representa Miacatlán y Temixco, y realizó trabajo en esas comunidades, por lo que puede comprobar que es indígena.

Por su parte, vecinos del poblado de San Antón, negaron conocer al líder partidista así como la forma a través de la que pudo obtener dicha constancia de reconocimiento.

“Me sorprende porque nunca lo vi por aquí apoyando a las comunidades y eso que yo cuando fui ayudante municipal recorrí la mayoría de las 26 colonias, entre ellas la principal, que es San Antón y ni siquiera en esa lo vi visitando a alguien, y los vecinos tampoco lo conocen; yo creo que es de esos que aparecen cada tres años y que quieren llegar a un cargo”, expresó Yolanda González Arce, exayudante del poblado de San Antón.

Dijo que los vecinos están inconformes y en próximos días realizarán una asamblea para tomar otras acciones, ya que ni siquiera la ayudante municipal, Paloma Estrada, se ha pronunciado al respecto, a pesar de que conoce el tema porque fue su suplente, Samuel Espín, quien entregó la constancia a Jonathan Márquez para participar como candidato indígena.

Jonathan Márquez encabeza las listas de diputaciones plurinominales dentro de la coalición “Dignidad y Seguridad por Morelos Vamos todos”, mismas que integran el PRI-PAN-PRD Y RSP.


 

El IMPEPAC tiene la palabra

Aparentar ser indígena y usurpar pertenencia

Las acciones afirmativas son medidas políticas diseñadas para abordar la discriminación histórica y las desigualdades estructurales que enfrentan ciertos grupos en la sociedad. En el caso de México, las comunidades indígenas han sido históricamente marginadas y enfrentan diversas formas de exclusión social, económica y política. Las acciones afirmativas en beneficio de las comunidades indígenas en nuestro país, entonces, buscan corregir estas desigualdades y promover su inclusión y participación plena en la vida nacional.

Es decir, son instrumentos que buscan reforzar la presencia de miembros de minorías o de grupos sociales que a lo largo de la historia han sido marginados en la satisfacción de sus necesidades específicas y en su singular forma de ser y que deberían tener propuestas específicas y la sensibilidad necesaria para defender sus particularidades en beneficio de toda su comunidad. Obviamente, las acciones afirmativas no son para conseguirle hueso a políticos profesionales.

Vale este recordatorio para contextualizar la pretensión del líder del Partido Revolucionario Institucional en Morelos, Jonathan Márquez, quien busca una diputación local por la vía plurinominal y bajo la figura indígena. Dice que tiene los méritos necesarios porque a lo largo de su carrera ha habido ocasiones en las que ha trabajado a favor de las comunidades indígenas y que, además, como lo establece la ley, ya cuenta con una carta de autoadscipción avalada por algún funcionario del Pueblo de San Antón.

No hace mucho, la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos le recordaron al IMPEPAC que cumpliera con su compromiso de respetar las candidaturas reservadas para los pueblos indígenas y que no cayera en la frecuente simulación con la que algunos políticos buscan candidaturas acordándose de pronto que son indígenas. Saúl Roque, vocero de la agrupación, sostuvo que los integrantes analizarán la situación, pero que “estamos viendo que nuevamente se va a cometer un fraude”. “Van a usurpar las candidaturas de las comunidades originarias”, previó y comentó también que las cartas de autoadscripción se pueden comprar en algunos poblados pues hay quienes se buscan beneficiar de la coyuntura electoral.

Indígenas de Temixco también solicitaron al IMPEPAC que estuviera pendiente de las simulaciones. En febrero Mireya Gally Jordá, consejera presidenta del órgano electoral, garantizó que “agotará las instancias necesarias en la defensa de los derechos electorales de los grupos vulnerables, personas indígenas y de la autonomía”, ya tendremos oportunidad de comprobarlo pues el tema todavía se vio en la sesión del 22 de marzo cuando el IMPEPAC consideró que los Partidos Políticos habían cumplido con los requisitos de ley para la postulación de candidaturas indígenas en los tres distritos con esa naturaleza que hay en el estado: 3, 4 y 8.

Sin embargo, como señala en su artículo -que publicamos más adelante- Ana Isabel León Trueba, eso no significa que avale cada una de las candidaturas pues aun no concluye la revisión de la documentación, “esta valoración cuantitativa de ninguna forma significa que el IMPEPAC haya acreditado la calidad indígena de las y los candidatos postulados para ocupar las candidaturas indígenas. La revisión de la documentación y la acreditación de la calidad de persona indígena integrante de la comunidad a la que dice pertenecer y de su vínculo con ésta se está llevando a cabo y deberá concluir con los acuerdos correspondientes aprobados por los Consejos distritales y municipales a más tardar el 30 de marzo próximo”, señala la académica y expresidenta del propio IMPEPAC. En San Antón, por cierto, hay quienes no recuerdan haber visto a Jonathan Márquez ni en fotografía.

Estamos ante un hecho de usos y costumbres políticas en el que el Instituto Electoral de Morelos tendrá la oportunidad de demostrar si sus garantías son reales o solo son parte de la simulación que ya se inició y en la que figuran algunos representantes de las autoridades indígenas que continúan devaluando sus instrumentos para defender sus acciones afirmativas, esas que quieren ser un instrumento para combatir la discriminación y promover su desarrollo integral de sus comunidades.