Mucho se habla de los histórico del proceso electoral de 2024; los más de 20 mil cargos públicos que están en juego, el que México pueda tener a su primera presidenta, son algunos de los factores que hacen la elección interesante y única.
Sin embargo, existe un tercer escenario que también la hace histórica: la violencia que ha estado presente desde el inicio del proceso.
De acuerdo con el proyecto “Votar entre balas”, realizado por Data Cívica, desde el 2018 a febrero del 2024, 113 candidatos, aspirantes e incluso familiares de los contendientes han sido asesinados.
La cifra es de las más altas en un proceso de esta índole y muestra la nueva forma del crimen organizado de intervenir en las elecciones.
De estos escenarios no está exento el Estado de Morelos, al sumar 96 homicidios de personas que habrían manifestado su participación, otros que ya se encontraban en cargos públicos o eran familiares de candidatos y/o aspirantes.
En Morelos, la violencia político-criminal se visibilizó con el asesinato de Giovanni Lezama, ocurrido el 5 de enero del 2024; el panista contendía por una diputación local.
Ante esta situación, las candidatas al gobierno estatal, Lucia Meza Guzmán de la coalición “Dignidad y seguridad por Morelos, vamos todos” y Jessica Ortega de Movimiento Ciudadano (MC) solicitaron protocolos especiales de seguridad, a fin de garantizar su bienestar durante el periodo de campañas.
Además, de acuerdo con Data Cívica, a nivel nacional las entidades donde se ha suscitado violencia en lo que va de 2024 son: Jalisco, Guerrero, Guanajuato, Colima, Estado de México, Zacatecas, Morelos, Veracruz, Baja California, Michoacán, Chiapas, Ciudad de México, Sonora, Nuevo León, Tamaulipas y Tabasco; las entidades que encabezan la lista son Guerrero, con 195; Guanajuato, 175; Veracruz, 165; Oaxaca, 118 y Jalisco, 97 casos.
Asimismo, en febrero pasado se documentaron 58 eventos asociados con violencia político-criminal en el país, de este total, cuatro fueron cometidos contra mujeres y 46 contra hombres.