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La capital morelense, se convirtió este fin de semana en la sede del Primer Encuentro Regional de Cocineras Tradicionales de la zona centro del país; 38 guisanderas provenientes de seis estados de la República Mexicana, incluido Morelos deleitaron los paladares de los asistentes quienes degustaron desde comida típica de distintas regiones hasta comida prehispánica.

El evento fue organizado por la Secretaría de Turismo y Cultura, cuya titular, Julieta Goldzweig Cornejo resaltó la labor de las cocineras tradicionales para preservar las prácticas ancestrales en la gastronomía.

En medio de un ambiente lleno de olores y sabores de platillos y técnicas de elaboración, los asistentes pudieron deleitarse con un caldo verde de res con setas y guajes frescos, característico del municipio de Yautepec; de Tlayacapan, pollo en salsa de chile guajillo con hojas de aguacate acompañado con ayocotes guisados con chicharrón. Y también de ese municipio, un mole verde de pipián con charales acompañado con tamales de sentón (por lo aplanados). 

De Coatetelco, un tamal de cazuela de mojarras con salsa verde. También de allí, carne de puerco en salsa de ajonjolí criollo. De Huitzilac, unos mixiotes de res, borrego y puerco mezclados. De Jiutepec, tortitas de flor de calabaza rellenas de requesón, en salsa verde. De Hueyapan, atole dulce de anís con chile guajillo, acompañado de memelas de trigo dulces o saladas. De Mazatepec, una morisqueta de arroz hervido con ajo y cebolla con tortitas de hojas de huauzontle en salsa de chile guajillo. De Tepalcingo, un mencolomole, con minúsculos y redondos frijoles chinos y huilotas silvestres. 

La comida del municipio de Axochiapan fueron tortitas de quelites del campo con queso capeadas, en salsa de jitomate. Y de ahí mismo, chilate de res con granos de elote, ejotes y calabacitas, servido con cebolla picada y unas gotas de limón. De Jantetelco, un agua de tiltichate a base de maíz tostado y molido con azúcar y canela, prima de la horchata de arroz. De Amacuzac, un caldo de bagre con ciruelas criollas. De Zacatepec, el pepeto, un caldo con pepitas de calabaza enteras y epazote. De Totolapan, un caldo de barranca (vegetariano) hecho con chilacayote y jitomate, que la tradición atribuye a los zapatistas que se escondían en las barrancas ante la persecución federal.

La cocina tradicional, ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, desde 2010, por su relevancia histórica que ha trascendido a pesar de las nuevas metodologías e incluso tecnologías.

El certamen reconoció a los mejores platillos evaluando, además del sabor el contenido histórico, ancestral y social que fue determinado por un jurado. El evento tuvo como sede la Plaza de Armas de Cuernavaca. 

 

Foto: Gobierno del estado