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Un breve intercambio de palabras; gestos casi casi protocolarios; dos palmadas en la espalda y un saludo de manos…así fue el reencuentro, después de muchos meses de alejamiento, entre el gobernador del estado, Cuauhtémoc Blanco Bravo y el fiscal, Uriel Carmona Gándara.

La ceremonia de toma de protesta del general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Julio César Moreno, de la 24va Zona Militar, fue el escenario en que ambos funcionarios volvieron a coincidir; esta vez, uno de ellos, el mandatario estatal impedido de hacer declaraciones sobre el proceso judicial que enfrenta Carmona Gándara, mientras éste sigue el curso de las investigaciones en su contra por el presunto encubrimiento del feminicidio de la joven Ariadna Fernanda López ocurrido en la Ciudad de México en el 2022.

De lo que dialogaron, nada se sabe pero las expresiones del fiscal fueron un tanto desencajadas ante las palabras de Blanco Bravo, quien fue el que más habló; el fiscal asistió con la cabeza en dos ocasiones, para que al terminar la charla, volteara a su alrededor, sin mayor expresión que un gesto causado por tener el esplendor del sol.

¿De qué platicó con el fiscal, gobernador? Fue la pregunta que hizo la prensa morelense a Cuauhtémoc Blanco, quien solo atendió a decir que “fue un saludo nada más”.

Al reencuentro entre ambos funcionarios, también le antecede la visita de Claudia Sheinbaum, precandidata a la presidencia de la República Mexicana y desde donde resaltó la lucha frontal con Carmona Gándara por “haber tratado de encubrir un feminicidio”.

En entrevista posterior al acto oficial, el mandatario estatal hizo referencia al trabajo que mantendrán en conjunto con el Ejército Mexicano, a través de su nuevo titular, a fin de reforzar la estrategia de seguridad.

Lo que sí le pidió el gobernador al fiscal, no en persona sino mediante la prensa, es que “tiene que participar en las mesas de seguridad, también está obligado; debe hacerlo”, concluyó.