Viviana Gutiérrez
Manuel Martín Torres Salgado, director del parque estatal Río Cuautla, acusó que actualmente la reserva natural está convertida en un tiradero de residuos sólidos, pues comunidades de precaristas arrojan a él escombros para ampliar sus viviendas irregulares.
El entrevistado explicó que, aunque es un delito y un daño al medio ambiente, lo hacen con la “firme convicción” de rellenar el acuífero y ganar espacio para poder edificar sus casas.
“Esta es un área natural protegida. Todas esas construcciones son ilegales. Es muy complicado, pero toda esta gente ha venido de manera ilegal y lo tenemos que decir, con la anuencia no declarada de las autoridades, que no hacen nada por frenar esta problemática”, dijo.
Torres Salgado lamentó que los presidentes municipales en turno no atiendan la situación, pues han tolerado edificaciones sin freno que, además de contaminar, van tapando los manantiales, sin importar los daños al ecosistema y con la única intención de tener más tierra para sus propiedades de manera ilícita.
“Se tienen detectados siete asentamientos irregulares que queremos retirar. No solo las construcciones, sino eliminar otras actividades como el viverismo, no porque sea malo, sino porque lo hacen en terrenos que no son de ellos, los han invadido. Ya hemos retirado algunos, pero faltan más”, agregó.
Junto a este problema, destaca la alta concentración de basura en el Río Cuautla, por lo que se ha convertido en un basurero, con altos niveles de contaminación, además de descargas de aguas negras, depósitos de cascajo y desechos sólidos.
