Hugo Barberi Rico
Alrededor de las 11:00 horas de este jueves, se cumplieron 24 horas desde que fue denunciado el rapto de María Eugenia González Castrejón, mujer de poco más de 50 años, vecina de la avenida Morelos en la comunidad de Coaxitlan, municipio de Tlaquiltenango.
El problema parece estar relacionado con la posesión de tierras de cultivo en el área limítrofe entre Morelos y Guerrero, según coinciden los vecinos consultados por La Jornada Morelos.
Comentaron que en el secuestro habría participado la policía municipal de Atenango del Río, Guerrero. Un grupo de personas identificadas como habitantes de la comunidad de San Juan Teocalcingo, del citado municipio, acompañados de policías que se trasladaban en dos patrullas, llegaron a su vivienda y “parece que tuvieron una discusión con la vecina y se oyeron varios balazos y luego se la llevaron”, comentaron.
Explicaron que el problema existe desde hace más de 20 años, pero se recrudeció en 2021 cuando varios pobladores de “San Juan” incursionaron en Morelos y, autoproclamándose dueños, quitaron cercas de tierras de cultivo que siempre se han reconocido como propiedad de Morelos.
Los vecinos, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias, indicaron que María Eugenia González, la presunta víctima de rapto, es parte del conflicto, ya que heredó tierras que han estado en su familia durante años, “ya tienen añales con ellos”, refirieron, y mantienen ganado en terrenos cercados. Sin embargo, desde hace dos años, los pobladores de Guerrero les quitan las tierras.
“Según sé, la llevaron a Atenango del Río. La subieron en una patrulla y se la llevaron. Venían algunos en una patrulla, dicen que la señora ya había recibido amenazas porque había cercado su terreno de nuevo. Le habían dicho que no tenía permitido cercarlo y que vendrían a quitarle las cercas, pero al parecer ya la habían amenazado antes, y ella había contactado a la Guardia Nacional (GN), pero nadie se presentó, ni la GN ni el ayuntamiento”, añade un vecino de Coaxitlan, dedicado a trabajar la tierra.
Los pobladores se sienten desamparados, según la versión de algunos habitantes consultados por este medio. Afirman que han solicitado apoyo en casos de conflictos armados con pobladores de Guerrero, pero ni siquiera envían patrullas. Tanto el gobierno estatal como el federal no han mostrado apoyo y “nos han dejado solos”, denuncian.
“Después del posible rapto, entonces sí llegaron elementos de la GN y de la policía estatal. Incluso enviaron un helicóptero”, agrega el entrevistado.
Según los datos obtenidos, son casi 300 hectáreas de terreno rural las disputadas con los guerrerenses.
Los vecinos de Coaxitlan cuentan que los terrenos en disputa estaban cercados, pero los habitantes de San Juan Teocalcingo destrozaron las cercas y la mayoría decidió no volver a ponerlas, excepto María Eugenia y su mamá, Aurelia Castrejón, quienes volvieron a cercar el terreno en enero. “Hace como tres meses volvió a comprar tela para cercar y se la volvieron a quitar. Es costoso, especialmente para ella, ya que es una señora mayor y mantiene sus borreguitos allí”.
Los guerrerenses han abusado, ya que se les dio terreno y, a mediados de los años 90, con el establecimiento de la Autopista del Sol, acordaron ocupar un lindero, pero no respetaron el acuerdo y se expandieron, lo que resultó en la muerte del padre de María Eugenia, Teófilo González, en 2007.
En agosto de 2021, los vecinos denunciaron públicamente que los habitantes de San Juan Teocalcingo retiraron sus cercas, lo cual fue respaldado por patrullas de la policía estatal y se pudo ver en videos en redes sociales donde se aprecia que portaban machetes. Ante la falta de apoyo de las autoridades, los pobladores bloquearon la Autopista del Sol exigiendo una solución, mostrando que el conflicto ha llevado a la muerte varias personas.
Hasta el cierre de esta edición y a pesar de haber pasado más de 24 horas, no se conoce el paradero de la vecina de Tlaquiltenango cuya desaparición fue denunciada públicamente como un rapto. Ni la familia ni el gobierno del estado han emitido declaraciones al respecto.
Fotos Hugo Barberi
