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Un Diálogo Nacional de hace casi 20 años, noviembre 2004, nos recuerda que los objetivos permanecen. Su vigencia late en cada movimiento y demanda. Rescatemos algunas ideas centrales acompañadas de reflexiones importantes de participantes destacados como don Pablo González Casanova.

Justo en estos menesteres debería considerarse que la tarea de todos, el propósito más importante, consiste en rescatar a la nación y avanzar juntos en la solución de los grandes problemas nacionales. Se trata de construir, afirman, una convergencia histórica, la más amplia e incluyente posible, entre los diversos sectores que componen la clase trabajadora del campo y la ciudad, los movimientos sociales y urbanos, nuestros pueblos indígenas, las maestras, intelectuales, artistas, altermundistas, ecologistas, defensores de DDHH, de género y diversidad sexual, estudiantes, jóvenes, braceros, migrantes, pequeños y medianos industriales y comerciantes… en fin, todos aquellos que estén de acuerdo en luchar y edificar un Proyecto de Nación no sólo alternativo sino radicalmente contrario al Neoliberalismo.

Lo señaló alguna vez el Subcomandante Marcos cuando afirmó que Luchar contra el Neoliberalismo significa luchar en favor de la vida. Y el ejemplar Obispo Pedro Casaldáliga: el Neoliberalismo es la muerte.

Entendemos que esta Cuarta Transformación debe comprenderse como un Proceso, de ahí la necesidad de elaborar un Proyecto Integral estratégico que vislumbre con claridad las metas económico-políticas y culturales que se proponen. Estrategia vinculada a la táctica, es decir, objetivo general con objetivos específicos y particulares.

De ahí que haya que definir alternativas propuestas por los sectores sociales opuestos al capitalismo recalcitrante sinónimo de explotación y robo legalizado, por etapas que vayan avanzando en la profundización del proyecto. Urge, en este Diálogo Nacional, que todos los sectores sociales, culturales y políticos se sientan convocados para elaborar el Diagnóstico, para trazar los aspectos esenciales y, sobre todo, para unificar todas las resistencias frente a este capitalismo Salvaje depredador de la Naturaleza, de la Sociedad, del Ser Humano.

Así, se construiría la propuesta precisando problemas y políticas. Este sería un programa mínimo de un gobierno alternativo. Veamos:

UNO Defensa de los derechos a nuestra Soberanía así como a la propiedad y pleno usufructo de nuestros recursos naturales y energéticos: petróleo, electricidad, agua, bosques, playas, tierras, selvas…

DOS Defensa del sector público y social de la Economía y los servicios gratuitos: Educación, Salud, Suficiencia Alimentaria, Agua, que son Derechos no Mercancías.

TRES Defensa de los Derechos de los Trabajadores consagrados en la Constitución, Derechos que son conquistas laborales no dádivas del poder incluidos el Seguro Social y la seguridad social.

CUATRO Defensa de las Garantías Individuales y la Libertad de Expresión.

CINCO Defensa de los derechos de nuestros pueblos indígenas plasmados en los Acuerdos de San Andrés, así como de las autonomías de facto que se renuevan y se reformulan en nuestros días.

SEIS Renegociación de la deuda Externa y cancelación de la carga impositiva que nos significa.

SIETE Renegociación, mejor dicho, cancelación del FOBAPROA, deuda del Gobierno con la Banca por los créditos privados entregados a los empresarios.

OCHO Detener las privatizaciones y desnacionalizaciones, actos violatorios a la Constitución que desestructuran a la Nación y al Estado.

NUEVE Defensa del Derecho a reformar la Constitución sólo con la Constitución y la de enfrentar la fuerza del pueblo a cualquier acto de fuerza golpista que intenten las oligarquías reaccionarias. Al comprobar que no funciona su democracia, generan, con sus Medios Masivos el clima que necesitan de rumores, escándalos y miedo para imponer un régimen aún más autoritario y represivo que el que han impuesto cuando han gobernado.

Todo intento de liberación de un pueblo consciente, despierta la alarma en los aparatos internacionales que buscan impedir cualquier transformación benéfica para los pobres de este mundo. Los piratas del mundo, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la OCDE insisten en profundizar la política económica neoliberal y utilizan presiones económico-financieras, escándalos mediáticos, propaganda anticomunista. De todo.

Países obedientes son “premiados” por su buena conducta, aunque el precio lo paguen los pueblos. Ya vemos a la desdichada Argentina que carga con ese esperpento trastornado de Milei. Y el pobre de Perú con su Dina asesina.

Por ello surge la necesidad de construir Poder Popular, todo lo cual presupone una maduración, una construcción del pueblo como sujeto, es decir, la formación de una nueva actitud frente a la Economía, de una nueva Conciencia que cuestione, que ponga en entredicho una actitud pasiva y de espera para elaborar una nueva cultura económica. Se liberan así, las capacidades de invención y de creación. En una palabra, el pueblo llega a ser no sólo sujeto económico, sino que llega a ser sujeto Cultural.