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Tenemos elecciones el próximo 2 de junio con lo que aumentará la corrupción mediante el tráfico de poder político para secuestrar al Estado mediante el secuestro de las representaciones políticas y aumentará la violencia, antes y después de las elecciones. En esta corrupción mediante el tráfico de poder político se tomará la política como mercancía y se traficará con ella, como si fuera droga, para impunidad y beneficios personales y familiares de diverso tipo o para el secuestro del Estado por parte de la delincuencia organizada. En estas elecciones destaca que se hará —además de traficar y secuestrar al Estado mediante representaciones políticas— para otorgar “fuero” a varios de los candidatos. Con este “fuero”, desafortunadamente se incrementará la violencia en el estado y en el país al proteger a los políticos que han secuestrado al Estado, al impedir que sean aprehendidos, vinculados a proceso, juzgados y sentenciados, pero también para enviar el mensaje a la sociedad mexicana: en nuestro país, en nuestras entidades federativas y nuestro estado es posible “delinquir” y tener impunidad mediante “el fuero”, además de con otras formas de corrupción, con lo que se reproduce la violencia. Por eso es por lo que en una investigación somos, internacionalmente, segundo lugar en impunidad.

Con base en mi investigación he demostrado que la corrupción está vinculada a la violencia y la inseguridad y que en los últimos años se ha concentrado en los gobiernos municipales y estatales antes y después de las elecciones; además, que en época electoral se hace más tráfico de poder político no sólo para secuestrar al Estado mediante el secuestro de sus representaciones políticas, sino especialmente para evitar aprehensiones de algunos candidatos que tienen sendas denuncias. Recordemos que diversos especialistas han señalado que la principal causa de la corrupción es el “secuestro del Estado.” Así que, si queremos combatir la corrupción y la violencia, deberíamos combatir el secuestro del Estado mediante el tráfico de poder político, y el secuestro de las representaciones políticas, con eso combatiríamos también la violencia, la criminalidad y la impunidad.

La violencia se incrementa porque con el fuero se concede impunidad no sólo a los denunciados, sino algunos “implicados” más, para “curarse en salud”, porque han aparecido ya en la discusión pública como implicados en presuntos delitos, como en el caso de aquellos militantes y funcionarios del PAN en la Ciudad de México que han sido relacionados con el famoso “cártel inmobiliario” en el que diversos funcionarios de las Alcaldías de la Cd de México se beneficiaron violando la reglamentación de construcción, principalmente de edificios de vivienda y de la que no se escapa ni la propia Xóchitl Gálvez. Esta fue la razón principal que, mediante el tráfico de poder político en la asamblea legislativa de la ciudad de México, los diputados de oposición, del PRI y del PAN, principalmente, impidieron la ratificación de la Fiscal de la Ciudad de México, con la que se quiso “negociar o traficar el poder político” a cambio de impunidad para diversos funcionarios. El resultado de este tráfico de poder político fue su negación a ratificarla en la Asamblea Legislativa de la Cd de México. Algunos de esos ex funcionarios de los partidos de oposición están en prisión, otros se encuentran prófugos y otros buscan evadirse obteniendo alguna candidatura a diputaciones o senadurías, sobre todo plurinominales.

Este tráfico de poder político comenzó desde las precampañas y desde luego aquí en Morelos, ha existido ese tráfico y existen algunos financiamientos de algunos precandidatos verdaderamente inexplicables y no se diga del tráfico del poder político en los nombramientos de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia.

En este momento, este tráfico se ha comenzado a hacer mediante las nominaciones y candidaturas, y a las candidaturas al senado y a diputados plurinominales o de representación proporcional.

Los presidentes del PRI, PAN y PRD —en alianza para la Presidencia de la República y el Congreso de la Unión que registraron ante el INE como “Coalición, Fuerza y Corazón por México”— con gran experiencia en este tráfico de poder político. Recuérdese el documento que se hizo público PRI/PAN para Coahuila y la candidatura de Xóchitl Gálvez; o también en el fallido intento de “golpe de Estado” en Nuevo León, en el que posiblemente participó hasta algún magistrado de la Suprema Corte de Justicia—. En esta época electoral, pues, se han intensificado ese tráfico de poder político, empezando con sus propias candidaturas de las “listas plurinominales”, anotándose en primer lugar, no faltaba más, los presidentes de los tres partidos de oposición aliados PRI/PAN/PRD de la lista nacional de 32 fórmulas de candidatos para ser votada por el principio de representación proporcional de sus partidos, Marko Cortés del PAN, Alejandro Moreno del PRI y Jesús Zambrano del PRD. Desde luego hicieron sus listas también para elegir los “diputados pluri”. Curiosamente, ha destacado la lista del PAN porque uno de los “listos”, porque aparecen en la “lista”, es Ricardo Anaya, aquel excandidato presidencial del PAN con denuncia vigente con lo que podrá tener fuero, también aquel ex gobernador de Tamaulipas desaforado, denunciado y con orden de aprehensión, por quien el PAN está dispuesto a meter las manos al “fuego y al fuero” de la corrupción. No debemos de olvidar que dos exgobernadores priistas de Tamaulipas han estado en prisión y que uno de los candidatos a gobernador del PRI fue asesinado unos días antes de la elección, en este tráfico violento de poder político electoral. Y es que no hay que olvidar que, en este tráfico de poder político, desde luego, la delincuencia organizada participa. Se ha mencionado también al futuro presidente nacional del PAN con su “pluri”, referido por varios periodistas como implicado en el “cartel inmobiliario” y no se diga también el candidato a la jefatura de gobierno de aquella alianza “Coalición, Fuerza y [Corrupción]” por México.