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La Mujer que Desafió al Universo

 

El 2024 a muchas personas nos llegó abrupto, lleno de eventos y cambios. Nos pegó tan fuerte como cuando un meteorito golpeó a Ann Elizabeth Fowler Hodges quien nació un dos de febrero de 1920. Pero el anhelo que nos queda es que esta mujer asombrosamente sobrevivió y su suerte se convirtió en una historia fascinante para la ciencia. Y esa historia, es esta:

Había una vez un meteorito que viajaba solitario a través del vasto espacio cósmico. Era un fragmento de roca sólida y resistente que había estado vagando por el espacio durante miles de años, sin un destino claro. Pero un día, mientras se acercaba a la Tierra, algo extraordinario comenzó a suceder. Su velocidad relativa y su energía cinética lo llevaron más cerca de nuestro planeta.

Ingresó en la atmósfera terrestre y en la capa más alta de la atmósfera, la exosfera, algo sorprendente comenzó a ocurrir. Las moléculas de gas, que habían estado tranquilas durante tanto tiempo en nuestro planeta, se despertaron ante la llegada de este visitante espacial. La fricción con estas moléculas calentó el meteorito y comenzó a frenar su velocidad.

A medida que el meteorito descendía en la atmósfera, la fricción se volvía intensa, como si la propia atmósfera le diera la bienvenida con un abrazo cálido pero firme. Esta fricción provocó que de repente, el fragmento de roca comenzara a brillar intensamente, como una estrella fugaz que atraviesa el cielo nocturno. Era un espectáculo deslumbrante, y el meteorito parecía una joya incandescente en medio de la oscuridad. Poco a poco se desaceleraba, y también se enfriaba. La intensidad de su luminiscencia comenzó a disminuir también.

Finalmente, el pequeño meteorito llegó a su destino. Al aterrizar, atravesó el techo de una linda casa en Pak Grove, Alabama y su viaje terminó al impactar el abdomen de una mujer que descansaba en su sillón. Para el asombro y confusión de la mujer, resultó ser un pequeño meteorito, aproximadamente del tamaño de una pelota de béisbol. Y ahí, en esa colisión de probabilidades casi nulas, Ann se convirtió en la única persona documentada en la historia en ser golpeada por un meteorito confirmado.

El incidente de Ann Hodges no solo es una anécdota sorprendente, sino que también abre una ventana a la maravilla y el misterio del universo. El hecho de que un objeto celeste pudiera atravesar la atmósfera de la Tierra y golpear a una persona en su hogar nos recuerda la vastedad y la imprevisibilidad del espacio exterior. El meteorito que la alcanzó, conocido como el meteorito Hodges, provenía de algún rincón lejano del sistema solar, donde había estado viajando durante miles de años antes de entrar en la atmósfera terrestre.

La historia de Ann Hodges también es un testimonio de la perseverancia y resiliencia humana. Su historia no solo es un recordatorio de la fragilidad de la existencia humana en el contexto cósmico, sino también un ejemplo de cómo los seres humanos podemos enfrentar desafíos extraordinarios y seguir adelante con fuerza y dignidad.

Además, Ann Hodges también contribuyó a la comprensión pública de la ciencia y la astronomía. Su historia cautivó la imaginación de personas de todo el mundo y aumentó la conciencia sobre la importancia de estudiar el espacio y comprender los objetos que vagan por el cosmos

La verdad es que soy reacia a creer en que el universo nos tiene un destino deparado. Sin embargo, me encanta la historia de Ann y el meteorito porque es un testimonio de la asombrosa interconexión entre la Tierra y el universo y cómo la “chiripa” puede cambiar nuestras vidas. Su experiencia es como un recordatorio de que el espacio no es solo un lugar distante y abstracto, sino una realidad con la que todo está conectado de alguna manera.

*Comunicadora independiente de Ciencia. Miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.

Ann Elizabeth Fowler Hodges