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Se acusa al edil de Ocuituco de “uso abusivo y ejercicio indebido del servicio público”, es decir, que se utilizaron de manera excesiva o indebida los recursos y beneficios del cargo. Se refiere un comportamiento que excede los límites razonables y éticos establecidos para el uso del serviciopúblico, lo cual puede resultar en perjuicio para otros usuarios o para la eficiencia y disponibilidad de, en este caso, la administración del erario en el municipio.

Todo comenzó en 2018 cuando el municipio despidió a uno de sus policías de manera injustificada y fue obligado a pagarle 235 mil pesos mediante un laudo, pero el municipio, en uso de sus atribuciones, pidió prórrogas mediante sucesivos amparos.

El presidente municipal de Ocuituco, Juan Jesús Anzures García fue uno de los ediles reelectos en Morelos y ocupó por primera vez la Presidencia Municipal en 2019. Y, tan solo como antecedente, vale mencionar que es de los ediles que decidieron no cambiar de partido -el suyo es el PAN- en la reciente desbandada municipal. 

El Tribunal de Justicia Administrativa criticó la “estrategia jurídica” que, amparo tras amparo, llevó a que el laudo sumara una cantidad cercana a los 800 mil pesos “en detrimento a la Hacienda Pública de manera dolosa”. Veremos cómo se desarrolla esta situación, pues hasta donde sabemos, todavía existe la posibilidad de que se pague el laudo.

Los famosos laudos son bombas de tiempo para los municipios, algunos de los cuales no tienen recursos más que para lo más elemental y con eso también tienen que enfrentar deudas de administraciones pasadas, originadas en decisiones en las que generalmente no intervinieron los miembros de los cabildos en funciones.

Pero así es la ley, y el policía que logró demostrar que fue despedido injustificadamente no tiene la culpa de que su municipio no haya recibido los fondos suficientes para pagar obra pública, servicios y laudos.

Y hay municipios que deben, tan solo por laudos, cantidades que descalabran sus presupuestos, como el caso de Cuautla que, tan solo por este concepto debe alrededor de mil millones de pesos.

En un trance similar al de Ocuituco se encuentra Tlalquiltenango, cuyo edil, de Morena, tampoco ha cumplido con los laudos en su municipio.

Una de las tareas que deberían considerar los candidatos a las presidencias municipales antes de lanzarse al ruedo, es la salud financiera de sus demarcaciones, si así fuera, quizá veríamos el hecho inédito de que algunas candidaturas se conservaran vacantes. 

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