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Muestra de ineficiencia en la atención médica

 

+ Aunque no es la única evidencia, la historia del hospital en Cuernavaca es el corolario del enfrentamiento entre el magisterio morelense y la institución

+ La historia de desencuentros inició desde los ochenta, pero jamás había costado tanto a la salud y vidas del magisterio como ahora

+ Los maestros de Morelos marcharán este lunes, su salida será a unos cien metros de la clínica cuya reapertura exigen

 

Los trabajadores del sistema de educación pública en México están afiliados, como casi la totalidad de los burócratas del país, al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE). El magisterio es el sector más numeroso (41.2%) de la derechohabiencia de la institución que les ofrece servicios médicos, dentales, rehabilitación física y mental, seguro de riesgo de trabajo, de retiro, cesantía en edad avanzada, vejez, invalidez, vida, préstamos para vivienda, préstamos personales; además de otras prestaciones sociales para turismo, adquisición de productos básicos, programas educativos, atención a jubilados y pensionados, y programas deportivos.

EL ISSSTE opera hace casi 60 años en Morelos

En Morelos, el ISSSTE empezó a brindar servicios en 1965 con solo dos consultorios en una clínica en la colonia Amatitlán de Cuernavaca. Apenas menos de seis años desde la fundación del instituto el 30 de diciembre de 1959, por lo que la insuficiencia del servicio era tolerable porque se había prometido el rápido crecimiento con el apoyo del gobierno federal.

El 19 de enero de 1969 el ISSSTE puso en operación el Hospital Carlos Calero Elorduy, en pleno centro de Cuernavaca. La clínica ofrecía consulta externa general y de especialidades y atención hospitalaria.

La unidad médica era suficiente para atender a los menos de 40 mil afiliados al ISSSTE que en 1970 había en todo el estado, y no provocaba mayores problemas con su ubicación a una ciudad que entonces tenía apenas 156 mil habitantes.

La explosión demográfica que el incremento poblacional provocó en las siguientes décadas (para fines de los ochenta el ISSSTE había duplicado su número de afiliados), obligó a la apertura de nuevas clínicas y unidades de medicina familiar, bajo la presión de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que para entonces ya había sufrido la pérdida de una maestra que murió por mala atención del ISSSTE y provocó la primera movilización magisterial y el surgimiento de la disidencia en Morelos en la década de los ochenta.

En 1988 se abrió la clínica de medicina familiar de la calle de Humboldt en Cuernavaca, desde donde se controlaban 27 unidades de salud periféricas. El Carlos Calero seguía operando y Cuernavaca tenía entonces dos unidades médicas que seguían siendo insuficientes para la derechohabiencia.

Cierran clínicas de Cuernavaca

El 28 de mayo de 2010, se puso en operación el Hospital Regional Centenario de la Revolución Mexicana, en Emiliano Zapata, lo que llevó al cierre del Carlos Calero como hospital. El cierre alejó la atención médica de más de 60 mil derechohabientes de Cuernavaca y su zona metropolitana, según denuncia el SNTE desde hace por lo menos tres años.

Mientras, la clínica de medicina familiar de Humboldt también probó ser insuficiente para la atención de los usuarios por lo que en el 2013 se trasladó al edificio que había ocupado el Carlos Calero, que pese a ello se mantuvo parcialmente abandonado.

Durante la pandemia por Covid-19, el Carlos Calero Elorduy fue rehabilitado para enfrentar la contingencia sanitaria, el gobierno federal lo entregó en junio del 2020 al Ejército para atender a pacientes Covid, con 40 camas de hospitalización general, 30 de terapia intensiva y tres quirófanos. La promesa entonces era que al terminar se le devolvería al ISSSTE lo que le permitiría aumentar su cobertura en el estado.

Menos de 24 meses después de su reapertura, el ocho de junio de 2022, el hospital regresó a la administración del ISSSTE en Morelos, ya con 70 camas, cinco quirófanos, y una vida útil de por lo menos 50 años, y la promesa de ofrecer servicios médicos de primero y segundo nivel, como cirugía general, ortopedia, oftalmología, entre otros.

La atención empeora cada día

La promesa quedó en eso y en paralelo las quejas sobre la mala atención del ISSSTE en Morelos fueron aumentando. El problema del desabasto de medicamentos y el de los largos tiempos de espera para consulta de especialidades que durante la pandemia fueron tolerados por el magisterio en Morelos, han permanecido en el mejor de los casos, pero mayormente han empeorado.

Las denuncias que se escuchan desde las oficinas de Joel Sánchez Vélez, secretario general de la sección 19 del SNTE, y en las clínicas y hospitales son prácticamente las mismas: no hay servicios de especialidad, los tiempos de espera para consulta son demasiado largos y poco convenientes a los horarios del magisterio, faltan medicamentos, el trato del personal a los usuarios es agresivo y poco eficiente, no hay médicos, el equipo para la atención es insuficiente.

Las quejas se escuchan en todo el estado. El personal del hospital Rafael Barba Ocampo en Cuautla, se ha quejado de lo mismo y en otra cosa coincide con las quejas del SNTE, las autoridades de la delegación estatal del ISSSTE no hacen caso.

En toda esta historia, los maestros de Morelos tienen el registro de por lo menos 10 muertes de sus familiares derivadas de la mala atención del ISSSTE.

La atención debe mejorar y el Carlos Calero, reabrir

Una de las líneas de campaña con las que Joel Sánchez Vélez ganó el respaldo del magisterio morelense fue la dirigida a gestionar una mejor atención del ISSSTE para los 35 mil trabajadores de la educación, activos y jubilados en Morelos, y sus familiares. No ha sido una tarea sencilla, el ISSSTE no ha escuchado al magisterio, pero tampoco a los sindicatos de burócratas, como los de Caminos y Puentes Federales de Ingresos, la Secretaría de Bienestar Social, la de Agricultura, y hasta la de Salud.

Después de más de un año de gestiones, oficios y búsqueda de un diálogo que ofrezca resultados, el magisterio de Morelos ha decidido tomar otra vía, la de una marcha que sería la primera que un sindicato realiza en contra de una institución de salud en demanda de mejorar sus servicios. La movilización partirá de la iglesia de El Calvario, a una cuadra del Carlos Calero Elorduy, y terminará en la delegación del ISSSTE. Joel Sánchez Vélez advierte que están preparados para que ésta sea la primera de muchas movilizaciones hasta garantizar la mejora en los servicios médicos y la reapertura del hospital que aunque cumplió 55 años apenas, no los pudo celebrar porque lleva más de 14 años cerrado a sus derechohabientes.