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“Aquí la tradición es velar la noche del 11 de diciembre, se realiza un rosario y en procesión se lleva a misa el 12 de diciembre”, al medio día, precisó el representante de los lancheros de los lagos de Coatetelco, del municipio del mismo nombre y de El Rodeo, del vecino Miacatlán, Abel Galicia Santana.

Como cada año, lancheros del Lago de Coatetelco, del municipio del mismo nombre llevaron el “huentle”, salieron en procesión y participaron en la misa en honor a la Virgen de Guadalupe.

Así que, durante la noche del lunes los lancheros velaron en la vivienda de Roberto Jiménez Bello; se organizaron con sus familias para el rezo y luego marcharon flanqueando la imagen de la también llamada Emperatriz de América por la calle principal, Morelos, para llegar al atrio del templo católico del lugar.

Hace años no puede usarse el tempo porque es de los edificios que sufrieron daños severos en el sismo de septiembre de 2017 y aún espera ser reparado, pero eso no ha dañado la fe guadalupana en Coatetelco.

“Es una tradición aquí, la que tenemos como pescadores, llevamos muchos años haciendo esta celebración el 12 de diciembre como creyentes guadalupanos, se le pone el huentle el 11 de diciembre y se vela hasta las 12 de la noche y el 12 de diciembre se lleva la imagen a misa en la iglesia”, comentó en entrevista el líder pescador.

Tras el rezo del rosario y la velada, alrededor de las 11:00 horas ya del 12 de diciembre, se lleva al cabo la procesión que finaliza en el atrio del templo dedicado a San Juan Bautista y finalmente a las 13:00 horas se le ofrece una misa.

“En esta ocasión le tocó recibir a ‘La Virgen’ a Roberto Jiménez, pero nos vamos rolando cada año”, añadió el dirigente de los pescadores. Hay diversas celebraciones para la Virgen Morena, ya que también hay otros gremios en la población que tienen las suyas.

El “huencle” -“huentle” o “huentli”- palabra de origen náhuatl, se refiere a una ofrenda. En el caso de las familias de los pescadores de Coatetelco, es un ágape colocado frente a un cuadro en sepia, de la “Virgen de Guadalupe”, y sobre una mesa de madera cubierta con un mantel estampado con nochebuenas. Se ven las cazuelas de barro y platos repletos con mole verde con pollo, “tamales de sal” y tablillas de chocolate y jarritos de mezcal. Todo se adorna con flores, algunas en macetas, como nochebuenas y rosas. A un lado se nota un pequeño camino que daba con el altar, donde también colocaron un arco de fondo azul y adornado con flores de papel con la leyenda dorada: “Nuestra Señora de Guadalupe”. No falta el incienso, en su copa manejada por Laura Miranda Valladares, de la tercera edad, quien, al tiempo de sahumar, reza: “Mi Señora Madre, yo te ofrezco esta ofrenda, con todo mi corazón, en representación de todos. Porque tú nos das mucho y nosotros te damos muy poco…”

Abel Galicia, cuenta que el cuadro de la imagen de la Virgen de Guadalupe fue regalado “hace muchos años” por un benefactor del poblado, Leobardo García Carlos, mismo que hizo diversas obras a favor de Coatetelco.

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Foto: Hugo Barberi Rico