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En lo concerniente a la gestión de Cuauhtémoc Blanco como Gobernador del Estado de Morelos en materia de cultura, Gustavo Yitzaac Garibay López, historiador, gestor cultural e investigador independiente del patrimonio cultural del Estado de Morelos e integrante del Movimiento Cultura 33+3, opina que en general el balance es negativo. Desde el momento en que el gobernador decidió designar a Julieta Goldzweig Cornejo como Secretaria de Cultura, una persona a quien Garibay califica como “no apta en competencias, aptitudes y habilidades”, se evidencia su desconocimiento sobre la importancia del desarrollo cultural en el estado de Morelos, su riqueza patrimonial y la gran cantidad de creadores que existen en la región.

Garibay sostiene que este desconocimiento se refleja en el deterioro del aparato cultural de Morelos debido a las decisiones poco acertadas del actual Gobernador. Señala que muchos espacios como el Centro Cultural Jardín Borda y el Centro Morelense de las Artes carecen de un titular a cargo. ” “Creo que eso nos habla justamente de que el gobernador es un hombre que nunca tuvo en su agenda política que la cultura constituya un pilar de desarrollo de las comunidades” afirmó.

También menciona que esta administración no ha contribuido al rediseño institucional ni al funcionamiento de las distintas dependencias culturales a cargo de la Secretaría de Cultura. “No se observa una transformación del Centro Morelense de las Artes, ni siquiera en la gratuidad de sus servicios. Es una escuela costosa cuyos problemas se reflejan incluso en la conformación de su propio personal, en la ausencia de su vida colegiada y en la falta de investigación””, lamentó. En cuanto a otros centros culturales, como el Auditorio Teopanzolco, lo describe como desvinculado de la política cultural estatal.

Respecto a la rendición de cuentas y transparencia, Garibay afirma que ha sido opaca. Señala que, al término de la administración, el gobierno habrá ejercido más de 500 millones de pesos durante su sexenio, pero no se puede observar de manera concreta cómo se han utilizado estos recursos en políticas públicas que atiendan las necesidades del sector cultural ni cómo se garantiza el acceso a bienes y servicios culturales para la población.

Finalmente, Garibay comente que los desafíos que enfrenta el pueblo morelense en materia de cultura después de esta gestión incluyen la necesidad de rediseñar una institución cultural completamente inoperante, no solo por su visión ambigua entre el turismo y la cultura, sino también por las personas que toman decisiones en política cultural. “Como nunca, este gobierno nos ha puesto un espejo de realidad en el que es necesario que quienes ocupen cargos públicos, ya sea en cultura u otras áreas, sean personas con competencias, habilidades, pero también con probidad moral y suficiencia intelectual. Deben poder responder a las necesidades de Morelos, un estado con una enorme riqueza cultural y patrimonial que requiere atención urgente. Es un pilar para el desarrollo comunitario y la plena realización personal”, concluyó.