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La falta de medidas para controlar el crecimiento desmedido en Tepoztlán es motivo de preocupación. “En 1975 éramos 2 mil 500 habitantes en el pueblo mágico, y ahora somos 50 mil. Esto ha resultado en graves daños al medio ambiente”, advirtió Lázaro Rodríguez, habitante de la comunidad e integrante del grupo “Tejones”.

El activista mencionó que también la gentrificación en Tepoztlán se ha convertido en un problema agravado por los permisos otorgados por los comuneros, debido a las omisiones de las autoridades municipales, a pesar de las graves consecuencias que esto conlleva.

“El asentamiento de turistas en áreas protegidas, donde incluso el municipio emite permisos en zonas de reserva, agrava el problema y genera un desorden desmedido”, acusó Rodríguez.

Lázaro Rodríguez instó a un cambio en el liderazgo comunitario, ya que “solo 35 personas están tomando decisiones. Deciden sí o no a la venta de terrenos, los otorgan a precios muy bajos y causan un gran daño al medio ambiente con las construcciones”.

La ampliación de la carretera La Pera-Cuautla, según él, es un claro ejemplo de destrucción e invasión en el municipio. En lugar de exigir indemnizaciones prometidas, Rodríguez propone que se destine un porcentaje de los ingresos diarios de las casetas que cruzan la zona. “Podríamos utilizar ese porcentaje en beneficio del municipio, abordando diversas necesidades”, concluyó.