Casi 100 repartidores de comida por aplicación participaron en la “Rodada por la Paz” para exigir a las autoridades reforzar la seguridad, luego de que la noche del lunes un compañero fue baleado afuera del estacionamiento de un centro comercial en Cuernavaca, después de dejar un pedido.
Los manifestantes recorrieron la ciudad desde la colonia Plan de Ayala hasta el centro de la ciudad en donde realizaron un pronunciamiento en el que destacaron que el sueldo apenas y les alcanza para sacar el sustento de sus familias, lo que se agrava más ante las nulas garantías que tienen para realizar su trabajo “honradamente”, sin temor de ser víctimas de la comisión de un delito.
“La noche del lunes le dispararon a un compañero en una plaza. Le quisieron quitar su fuente de trabajo, su motocicleta. Nosotros no somos gente de mal, somos gente de bien que honradamente nos ganamos el pan de cada día para alimentar a nuestras familias y no es justo que salgamos con miedo a trabajar, que se acerquen dos tipos en moto y te quiten tu fuente de empleo, con lo que te mueves. No es justo salir a zonas de riesgo, zonas rojas, porque las aplicaciones nos obligan a terminar el trabajo, sabiendo que podemos ser asaltados”, expresó uno de los inconformes.
En este sentido, lamentó la ola de inseguridad que se vive en todo el estado, por lo que hizo un llamado a los responsables de garantizar la seguridad para que puedan realizar su trabajo de una manera segura, ya que la mayoría “somos padres de familia; hay compañeras, también, que trabajan y llevan el sustento a su hogar”.
Algunos focos rojos en los que los repartidores de comida por aplicación han sido víctimas de robos y asaltos son Cuernavaca, Temixco, Jiutepec, Emiliano Zapata, Cuautla y Jojutla, principalmente, por lo que hicieron un llamado a los responsables de cada municipio a fortalecer su estrategia de vigilancia.
“No tienes prestaciones laborales, eres un socio donde no tienes nada. Me intentaron asaltar, pero nada más le hablé a soporte diciéndole, temblando, pero nada más me cancelaron el pedido, ni siquiera me preguntaron si necesitaba una patrulla o una ambulancia. Si me hubieran matado, básicamente, la cuenta se pierde. La rodada es para ser escuchadas por la autoridad. Yo creo que todo el pueblo de Morelos, Cuernavaca y sus alrededores ya estamos hartos de la inseguridad”, puntualizó uno de los manifestantes.
El alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado llamó a los repartidores por aplicaciones a una reunión para analizar los mecanismos de seguridad, luego de que fuera baleado uno de sus compañeros. “Fue la Comisión Estatal de Seguridad (CES), la que se hizo cargo no tenemos ninguna solicitud de los repartidores, desconocemos cuál fue el móvil del que fue agredido para nosotros es importante a fin de señalar sí corren riesgo todos los repartidores o no o fue algo en específico, la Policía Municipal llegó, pero hubo un primer respondiente. Si nos solicitan la reunión estamos dispuestos a intercambiar opiniones”, exclamó.
Los inconformes buscaron una audiencia con el gobernador y señalaron que no se moverían del lugar hasta que fueran escuchados y les brindarán una solución. Tuvieron que esperar varias horas para que una comisión de seis de ellos fuera recibida por autoridades de la subsecretaría de gobierno.
En un comunicado, el gobierno estatal informó que “se acordó desarrollar una mesa de trabajo con la Dirección General del Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia y Delincuencia con Participación Ciudadana, de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), para establecer estrategias conjuntas que fortalezcan su andar por las calles del estado de Morelos… (y también) brindar acompañamiento a las y los colaboradores de las diferentes plataformas para generar un acercamiento con la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (Seprac) del Ayuntamiento de Cuernavaca, toda vez que manifestaron la necesidad de ser escuchados por personal encargado en esta materia, debido a que la mayor parte los repartidores circula en la capital del estado”.
Foto: Erick Abraján Juárez