Las cuentas alegres de la Seguridad Pública
Héctor H. Hernández Bringas*
El pasado martes 17 de enero, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por voz de la Secretaria Rosa Isela Rodríguez, dio a conocer las cifras de incidencia delictiva para el año 2022. Entre ellas destaca la cifra de homicidios dolosos que en total para el país sumaron casi 32 mil.
En el informe expuesto en la conferencia mañanera, se expresó que la violencia homicida se ha reducido en 10 por ciento durante la actual administración, pero eso eso no es del todo cierto, porque se sustenta en la comparación de fuentes distintas: una subestimada (la del Secretariado Ejecutivo), contra otra más completa (INEGI). Lo realmente cierto, con datos de INEGI que es la fuente consolidada, esque en 4 años completos de el actual gobierno se han registrado 141 homicidios, contra 121 mil con Calderón y 157 mil de Peña, estos dos últimos en 6 años. Sin duda el actual será el sexenio mas violento para juzgar por estas cifras.
Si nos atenemos a las cifras presentadas en martes 17 de enero, 2022 registra un descenso en el monto de homicidios, lo cual es buena noticia, pero al final estamos hablando de una cantidad extremadamente alta, por más que el Gobierno haga comparaciones a modo con respecto a otros periodos.
Fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Reporte de víctimas por año. Las cifrasincluyen feminicidios.
Mucho se ha hablado de la supuesta “estrategia” gubernamental de “abrazos no balazos”. Eso, en realidad, es sólo una ocurrencia y además también esconde falsedades. La permanencia del ejército en las calles por la que tanto ha pugnado el ejecutivo federal es muestra de lo contrario, así como el operativo sangriento que llevó a la captura de Ovidio Guzmán hace unos días y que dejó 29 muertos. La estrategia no explícita en realidad es la misma que la de los dos sexenios anteriores. El presidente ha insistido en que su “estrategia” se encamina a atender las causas estructurales de la violencia a través, principalmente, de los programas sociales que, supuestamente, transfieren recursos que desalientan la participación en actividades criminales. Cosa también muy cuestionable, porque la mayor cantidad de recursos de dichos programas no se destinan a la población joven que es la que mas padece la violencia homicida; mientras que los recursos que sí se otorgan a los jóvenes, tienen una cobertura muy limitad con montos precarios. Los programas sociales, por tanto, no acabarán con la pobreza ni atacan las causas estructurales de la violencia. En entregas posteriores desarrollaremos el análisis de los alcances que tienen los programas sociales.
En el informe de seguridad presentado, se confirma lamentablemente lo que se esperaba: de acuerdo con la citada fuente, Morelos alcanzó de nueva cuenta una cifra récord: 1,211 asesinatos y escala posiciones en el rancking nacional. Por su tasa de homicidios, se ubica en el cuarto lugar nacional, sólo por debajo de Colima, Zacatecas y Baja California. Esos tres estados son claramente parte del corredor de trasiego de drogas hacia Norteamérica. Morelos, a diferencia de ellos, no tiene esa posición geográfica, lo cual lo hace un caso peculiar. ¿Cuál es el flagelo criminal de domina en Morelos?; ¿qué giros del crimen organizado producen tal violencia? Sería bueno que alguien nos lo informara con un diagnóstico certero. Desgraciadamente no existe o no lo conocemos, y menos aún conocemos lasestrategias para enfrentar la criminalidad rampante en nuestro querido estado.
*Investigador del CRIM-UNAM en Morelos