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Por Cafeólogo


En México contamos con dos Denominaciones de Origen (DO) para el café: “Café Veracruz” y “Café Chiapas”. Ambas fueron pioneras en el mundo en su género, existen desde 2001 y 2003 respectivamente… y desde entonces han significado muy poco o nada para el café mexicano.
Como explican Pablo Pérez Akaki y Manuel Pérez Tapia, la fortaleza de una DO en particular y de una Indicación Geográfica (IG) en general, radica en que “se cumplan la existencia de una fuerte infraestructura institucional y organizacional, una participación equitativa de los productores incluidos en la región definida, socios comerciales con fortaleza que permitan la sobrevivencia en el largo plazo y una protección legal adecuada que proteja los esfuerzos realizados”. Pues bien, es posible que sólo el último punto -protección legal- hayamos realizado bien.
Desde su definición, las DO Café Veracruz y Café Chiapas, carecen de la especificidad necesaria para proteger productos de calidad e identidad únicos. Los criterios para definir qué entra y qué no en dichas DO son muy laxos, genéricos, vagos, poco fundamentados y sin relevancia o competitividad en un contexto global. Si además sumamos que carecemos de institucionalidad, organización, inclusión al sector productivo, promoción, infraestructura y proyección comercial, nuestras DO son más un adorno -inútil e innecesario- que una fortaleza.
Los (buenos) cafés y caficultores de Veracruz y Chiapas -y los de Pluma Hidalgo, donde también se inició el procedimiento para la obtención de la DO- merecen algo mucho mejor que lo que tenemos hoy. El asunto es que no existen las condiciones, ni los actores, ni las instituciones que puedan llevarlo a cabo.
El consumidor (desconocedor de muchos detalles del mundo del café) se encuentra desprotegido y a merced de dos títulos que parecen decir mucho pero que, en resumidas cuentas, hoy no dicen nada: son un slogan vacío de contenido.
¿Necesitamos las DO que hoy tenemos como país productor y país consumidor que somos? Sí, pero no de esta manera. Mientras tanto, más allá de una DO, busque, pruebe, disfrute y asegúrese de beber el mejor café que le sea posible, mexicano, de Veracruz o Chiapas, o de cualquier de los otros 14 estados de la República que producen café.

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