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* Imke Hindrichs

Intento contribuir a responder la pregunta sobre nuestro aporte desde la psicología a la Economía Social y Solidaria (ESS) a partir de la experiencia del NODESS Morelos Social y Solidario en los últimos años, donde nuestra disciplina juega un papel necesario, pero no suficiente para fomentar prácticas solidarias y cooperativas.

Cuando pensamos en psicología, pensamos generalmente en la salud mental, cuya importancia está afortunadamente siempre más reconocida. En tanto, la psicología también se ocupa de grupos y organizaciones, acompañando sus procesos colectivos desde el reconocimiento de lasrelaciones sociales como parte de nuestra vida psicológica.

Comprendemos así nuestra colaboración como Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología (CITPsi) de la UAEM en el NODESS: fomentar los principios de la ESS con sus protagonistas, los grupos, colectivos y organizaciones que trabajan desde ahí, para que se vuelvan práctica de convivencia; abrir espacios de intercambio donde compartir problemáticas vividas y posibles soluciones; posibilitar no sólo la reflexión, sino la actuación conjunta desde la cooperación y solidaridad.

Dice un lema de la ESS que más que cooperativas necesitamos cooperativistas, personas que reconocen los principios de solidaridad y cooperación y actúan de consecuencia. Los principios no se inculcan por decreto, sino se aprenden e interiorizan a lo largo de la vida en experiencias socialmente compartidas, de manera que para cambiar o fortalecerlos, necesitamos procesos de concientización y actuación colectivos y participativos.

En los tres años que formamos parte del NODESS Morelos Solidario y Cooperativo desde el CITPsi, con las y los colegas y estudiantes del Programa de Investigación Economía Solidaria y Trabajo Informal, pudimos abrir algunos espacios de esta índole para grupos formales e informales de la ESS en Morelos. En procesos de capacitación participativa, quienes integran dichos grupospueden compartir sus preocupaciones, pero sobre todo reconocerse como parte de un movimiento y fortalecer sus lazos para tejer redes de colaboración y acción concretas,orientadas hacia el futuro. Se desarrollan así “capacidadesblandas”, no tangibles pero esenciales para la ESS: liderazgos sociales y compartidos, gestión de conflictos internos y externos, toma de decisiones participativa, reconocimiento de las diversidades, empoderamiento organizativo.

Sin embargo, estas competencias y los planes de acción estarían estériles y vacíos, si no trabajáramos en una red de actores como el NODESS, donde desde diferentes experiencias, profesionalidades e institucionalidades nos acomuna la aspiración de impulsar otras formas de economía, de organización del trabajo y de sostenibilidad, reconociendo al mismo tiempo nuestros límites y potencialidades de colaboración desde la reciprocidad. Para realizar planes y proyectos que surgen desde principios compartidos, es necesario también desarrollar “capacidadesduras”, como orientación jurídica, conocimientos contables y administrativos, capacidades técnicas, etc.

Nuestro NODESS no es seguramente el primer intento de poner en red a actores diferentes en Morelos, pero se vislumbra como posibilidad de actuar a nivel local desde el reconocimiento de experiencias existentes y el surgimiento de ideas nuevas frente a las urgentes problemáticas sociales, económicos y ambientales. En este contexto de urgencia, la sociedad necesita cooperativismo y las y los cooperativistas necesitan cooperación desde una multitud de saberes y conocimientos: académicos y populares, afectivos y cognitivos, tradicionales y modernos, ancestrales y técnicos, rurales y urbanos, blandos y duros.

* Profesora-Investigadora de Tiempo Completo Titular A del Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología CITPsi de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos UAEM. imke.hindrichs@uaem.mx

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