La Alerta de Violencia de Género (AVG) en México es un mecanismo de protección y prevención establecido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Fue creado con el propósito de garantizar los derechos de las mujeres y combatir la violencia de género en todo el país.
La AVG se activa cuando se presenta una situación de violencia grave y sistemática contra las mujeres en una entidad federativa mexicana. Esta puede ser solicitada por diferentes actores, tanto instituciones gubernamentales comoorganizaciones de la sociedad civil.
Por sus niveles de violencia, y en particular la violencia contra las mujeres, en Morelos se activó la AVG desde el 10 de agosto de 2015 en ocho municipios y, aun así, desde entonces y hasta finales del año pasado, de acuerdo a datos de la Comisión Independiente de Derechos Humanos del Estado de Morelos A C. (CIDHEM), se habían comprobado 645 feminicidios claramente tipificados, es decir, que la víctima fue muerta principalmente por ser mujer.
Ahora, la directora del Instituto de la Mujer en Morelos (IMM), Guadalupe Isela Chávez Cardoso, lamenta, como todos nosotros, que la violencia generalizada y especialmente la de género continúe avanzando en nuestro estado. Propone que la AVG se amplíe a otros municipios que han experimentado un incremento en sus niveles de violencia.
Por sus resultados, la AVG es solo una medalla que nadie quiere, una marca estigmatizante para toda una comunidad que en realidad es víctima también; conviene recordar que la Alerta no es un ensalmo sino un indicativo que ciertas regiones y demarcaciones tienen que hacer algo para combatir un flagelo que lastima a su sociedad y que para ello deben contar con la solidaridad -y los recursos- del estado y de la federación. Es, sobre todo, un mecanismo para visibilizar un problema que se tiene que atender urgentemente.
La activación de la AVG implica una serie de acciones y medidas para proteger los derechos de las mujeres y prevenir la violencia de género. Entre las medidas que se pueden tomar se encuentran la implementación de programas de prevención y atención de la violencia de género, el reforzamiento de la seguridad en zonas de riesgo, la capacitación y sensibilización de las autoridades y funcionarios públicos, la creación de instancias especializadas para atender casos de violencia contra las mujeres y la coordinación entre diferentes dependencias y actores para mejorar la respuesta y atención a las víctimas.
Pero, a juzgar por los resultados, de nada ha servido en los municipios que han sido señalados desde ocho años, en donde las mujeres viven tan inseguras como cuando se activó la AVG. Entonces ¿para qué ampliarla a otras comunidades? Aunque quizá todo el estado de Morelos se lo merezca, lo que se requiere -y se ha requerido desde 2015- es que se trabaje en consecuencia, que se hagan cosas tangibles, que mejore la seguridad de todos y que se reivindique a la mujer como un ciudadano que goza de la seguridad que le debe proporcionar su gobierno y su comunidad. Pero, de eso, aún estamos lejos en todo Morelos.
