Maximino Aldana
Seguramente, algunos lectores habrán oído que los problemas que enfrenta la sociedad moderna son “complejos”: criminalidad, corrupción, contaminación ambiental, pobreza, crecimiento poblacional, tráfico, y tal vez el peor de todos, cambio climático. Pero ¿qué significa que estos problemas sean “complejos”? Para entender la complejidad de nuestra sociedad es necesario saber qué es un sistema complejo. No existe una definición de diccionario que nos lo diga claramente (las definiciones de diccionario rara vez son útiles en ciencia). En lugar de esto, definiré a los sistemas complejos presentando cinco de las propiedades más importantes que los caracterizan.
Cuando hablamos de sistemas complejos no nos referimos a sistemas que son difíciles de estudiar (aunque sí lo son), sino a sistemas que están formados por muchas partes, como un complejo industrial, el cual está formado por los departamentos de personal, ventas, compras, producción, etc. Pensemos concretamente en un complejo industrial cuyo objetivo es la fabricación y venta de automóviles. Cada parte del complejo lleva a cabo una función bien definida. Además, las diferentes partes interactúan unas con otras de forma no lineal, lo cual significa que fallas o errores en el funcionamiento de algunas partes pueden alterar drásticamente el funcionamiento global de todo el sistema. Por ejemplo, si el departamento de compras deja de adquirir llantas para los automóviles, todo se viene abajo porque nadie va a querer comprar un automóvil sin llantas. Pero no todas las partes del sistema complejo tienen la misma importancia para mantener su funcionamiento global. Si los baños o la cafetería dejan de funcionar, bueno, será incómodo para los trabajadores, pero eso no va a terminar con la producción y venta de coches. Por lo tanto, la estructura de los sistemas complejos es jerárquica en el sentido de que algunas partes son mucho más importantes que otras para el funcionamiento global.
Los sistemas complejos también son adaptativos ya que tienen que cambiar su estructura interna y reorganizarse ante cambios en el entorno (puede ser el entorno económico, social, político, biológico, etc.). A lo largo de los años, la industria automotriz ha tenido que reorganizarse para adaptarse no sólo a las demandas y gustos de los consumidores, que siempre son cambiantes, sino a los nuevos desarrollos tecnológicos, a las crisis financieras mundiales, al desabasto en ciertos materiales de producción, a las nuevas normas y políticas en materia de contaminación y conservación ambiental, a la competencia entre diferentes marcas, y muchos más. Si los sistemas complejos no se adaptan a los nuevos desafíos del entorno, simplemente desaparecen.
Pero tal vez la característica más importante de los sistemas complejos es que presentan comportamientos emergentes, los cuales son comportamientos globales de todo el sistema que no pueden explicarse a partir del funcionamiento individual de cada una de sus partes. En el caso de las compañías de automóviles, sabemos que hay unas que son más exitosas que otras: tienen más fama o más prestigio, sus automóviles son más caros o tienen más demanda, sus acciones cotizan más en la bolsa de valores, etc. El éxito de una compañía es una propiedad emergente que no puede determinarse simplemente conociendo cómo funciona cada una de sus partes. ¿De qué depende dicho éxito? Nadie lo sabe, pero es el resultado de la interacción colectiva de todas las partes del sistema unas con otras, y también de la interacción del sistema completo con el entorno. Uno de los mayores retos de las ciencias de la complejidad es poder entender y predecir las propiedades emergentes de los sistemas complejos.
En resumen, los sistemas complejos se caracterizan por las siguientes propiedades: (1) Están formados por muchas partes; (2) cada una de las partes tiene una función determinada e interactúan unas con otras de forma no lineal; (3) la estructura interna del sistema es jerárquica; (4) son adaptativos; (5) presentan comportamientos globales emergentes. Ninguna de estas propiedades por sí sola hace que un sistema sea complejo. La gran dificultad en el estudio de los sistemas complejos es que presentan todas estas propiedades al mismo tiempo.
En la siguiente parte de este artículo hablaré sobre algunos de los problemas complejos que enfrenta la sociedad moderna. Mientras tanto, invito al lector a que piense en el problema social que más le guste y trate de identificar cada una de las propiedades que lo hacen complejo.
