loader image

 

(Primera parte)

 

“Cuando una tiene vocación sabe que va a dar todo sin esperar nada a cambio”, me comparte Ada al hablar del amor por la música y el impacto en la transformación personal de los procesos creativos.

Ada Carasusan empezó a hacer música con la intención de musicalizar poemas, su primer acercamiento a las artes fue la poesía. Bisnieta del escritor y activista político José Revueltas, y nieta del escritor Oscar René Cruz Oliva, creció rodeada de libros. De niña le gustaba escogerlos y leerlos al azar, así descubrió la poesía de Borges o Baudeliere que la inspiraron profundamente, “me empecé a dar cuenta de cómo usaban las palabras, de una manera muy distinta a cómo se usaban en el lenguaje coloquial y eso me voló la cabeza; el ritmo, las imágenes, el simbolismo, las metáforas, y entonces fue que traté de imitarlo”.

Ada escribió sus primeros poemas y con su teclado Casio empezó a musicalizar. “Yo no tenía idea de música, no tenía idea de nada, pero tenía esa necesidad de decir algo, esas cosas que yo estaba escribiendo”.

Para Ada, esa exploración nunca trascendió más allá de un trabajo íntimo en su habitación, aunque siempre tuvo la aspiración de cantar. “Me gustaba cantar sola en mi cuarto las canciones de los cassetes que me prestaban mis papás” (…) era algo muy sagrado e íntimo para mí, la música era un lugar seguro, pero nunca pensé en dedicarme a ello ni hacerlo frente a nadie”.

La vida la llevó a encontrarse con las personas que la impulsarían a hacer música. A los 13 años, haciendo una broma telefónica con sus amigos, decidieron marcar un número al azar. Del otro lado, contestó quien se convertiría en su amigo y compañero de banda. La invitó a ser parte de un proyecto de covers donde cantó algún tiempo. “No pensé que yo pudiera cantar hasta que ellos me lo dijeron”, la experiencia de cantar con un micrófono fue para Ada una de las mejores experiencias que había vivido hasta ese momento.

“Estando ahí yo empecé a tener la inquietud de hacer canciones” y fue así que más tarde, junto al guitarrista de ese proyecto, Iván Constantino, fundó su primera banda de música original INÚA. A partir de ahí empezó a tomar clases de piano y canto “empecé a darme cuenta de que la música era lo más gozoso para mí”.

Además de INÚA, Ada entró a la banda de su escuela. “mi vida se empezó a impregnar de música y empecé como a aprender sobre la marcha lo que era cantar en vivo, las dinámicas del escenario, los ensayos, (…) y fue ahí que yo empecé, empecé a hacer más canciones y a tomarme más en serio la música y saqué un disco con esta banda INÚA, empezamos a tocar en varios lados y empezó a moverse la cosa, pero bueno, hubo un punto en que el proyecto naturalmente terminó”.

Ada empezó a trabajar de la música, como cantante en eventos de diversa índole. Más tarde entró entró a estudiar artes visuales a la UAEM, a hacer fotografía y video, “pero la vida siempre me ha regresado a la música”.

El camino de Ada en la música, el arte y la poesía se mantiene activo y con muchos planes a futuro, este 19 de diciembre tocará por primera vez en el zócalo de la Ciudad de México. En la siguiente entrega les platico un poco más de la trayectoria y proyectos actuales de esta potente creadora.