Carlos Quintero J.
La Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción (FECC) informó que desde el año 2018 a la fecha, ha integrado más de 2 mil 671 carpetas de investigación en contra de servidores públicos por algún delito, pero es “humanamente imposible” saber el estado que guardan cada uno de sus expedientes.
A través de una solicitud de acceso a la información, la Organización no Gubernamental “Morelos Rinde Cuentas” solicitó a la Fiscalía Anticorrupción conocer, el “número de carpetas de investigación judicializadas de cada año de 2018, 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023”.
Fue así como el pasado miércoles 3 de mayo del presente, la autoridad ministerial respondió que en el año 2018 abrió 153 carpetas de investigación; en 2019, 466; en 2020, 598; en 2021, 638; en 2022, 599 y en 2023 lleva abiertas al menos 217 carpetas de investigación. Un total de 2 mil 671 expedientes.
Pero, la Fiscalía Anticorrupción no comunicó sobre el número de las carpetas de investigación que ha promovido ante un juez especializado de control para solicitar formulación de imputación en contra de los servidores públicos, denunciados por su probable responsabilidad administrativa o penal.
Para la representación social, es imposible “… atendiendo a la excesiva carga de trabajo de esta Fiscalía, y al número de carpetas de investigación de las cuales se solicita información son en total de 2,671, por lo que resulta humanamente imposible entregar dicha información…”.
Apenas la semana pasada, el Presidente Municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado exhibió a la Fiscalía Anticorrupción porque no ha judicializado ninguna de las 32 denuncias presentadas, desde noviembre del año pasado, en contra de exservidores públicos de la pasada administración municipal.
En tanto que abogados penalistas han denunciado la corrupción que existe en dicha Fiscalía pues, afirman, se conocen casos que a cambio de dadivas o sobornos, no son judicializadas las carpetas de investigación y, en otros, otorgan un beneficio para mandar las denuncias al archivo “temporal”, es decir, se olvidan en la papelera.