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La leyenda de los volcanes cuenta que Ixtlaxihuatl fue una princesa mexica que se quitó la vida ante la falsa muerte de Popocatépetl. Jesús de la Helguera la pinta ya muerta y sin embargo aquel cuerpo estaba tan vivo cundo la vi por primera vez en un calendario de mi infancia, que jamás la olvidé. En los llanos de Apan la podía ver de muy lejos todos los días y cuando me mudé a San Pedro Cholula la tuve a golpe de vista, inmensa y desnuda por la falta de nieve. En la montaña enamorada encuentro la dimensión telúrica de las mujeres, esa fortaleza de la tierra que no cede ni ante la muerte. Hay mujeres de carne y hueso que sostienen el enervante mundo de los hombres. Mujeres hay buenas y malas, por supuesto, pero yo he conocido mujeres extraordinarias y he atestiguado hazañas de la voluntad y dedicación femeninas más allá de los señores. A pesar de ellos, sobre todo. Las amo. A todas, Esa es la cuestión.

Fernando de Ita

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