Angélica Estrada
Además de ser uno de los gobiernos con las peores evaluaciones a nivel nacional, a la administración que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo la caracterizan la falta de resultados, el aumento en la pobreza, la violencia y los gastos excesivos en la promoción de su imagen.
De acuerdo a una evaluación que realizó el Centro de Investigaciones Morelos Rinde Cuentas, en los poco más de cuatro años del actual gobierno, la pobreza y pobreza extrema han aumentado, pues mientras en el 2018 los ciudadanos que vivían en condiciones de pobreza eran del 48.5, para el 2020 subió al 50.8 por ciento; en el caso de pobreza extrema pasó del 6.2 por ciento al 8.4 por ciento, en el mismo lapso.
La crisis de inseguridad que azota a la entidad también se ha recrudecido durante el actual sexenio, y datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que es el homicidio doloso el delito que más se comete en Morelos, y ha pasado de contabilizar mil 124 entre 2007 y 2010, a dos mil 79 del 2013 al 2016, mientras que, del 2019 al 2022, sumaron tres mil 789, y tan solo en el año actual ya se superan los 5 mil asesinatos.
Sin embargo, y pese a mantener una postura de solicitud de ampliaciones presupuestales para ciertas Secretarías en este 2023, año preelectoral, una de las áreas en las que no ha escatimado Cuauhtémoc Blanco, es en Comunicación Social, donde los gastos en la promoción de su imagen son exorbitantes.
Morelos Rinde Cuentas obtuvo información mediante la Secretaría de Hacienda de Morelos y Cuentas Públicas, que el gasto en comunicación social y publicidad ascendió a 843 millones de pesos del 2019 al 2022.
En diversas encuestas realizadas por distintas empresas y medios de comunicación a nivel nacional, se posiciona a Cuauhtémoc Blanco Bravo en los últimos lugares de aprobación por sus gobernados, prueba de ellos es el ranking de “Electoralia”, misma que ubica al mandatario estatal con una desaprobación del 89 por ciento.
Pese a tener estos resultados, el gobernador de Morelos aspira a gobernar la Ciudad de México; hace unas semanas reconoció que podría contender por dicho puesto, para lo cual tendría que dejar el cargo, a más tardar, en febrero del 2024.