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La problemática del basurero a cielo abierto en Huitzilac es añeja, pues desde por lo menos hace más de 20 años opera bajo la clandestinidad y sin cumplir las normas ambientales, lo que ha ocasionado que desde entonces se registren diversos incendios, además de severa contaminación en un área protegida en prejuicio no sólo del medio ambiente también de la ciudadanía.

En entrevista para La Jornada Morelos, Flora Guerrero Goff, activista creadora de Guardianes de los Árboles, advirtió que se busca ejercer presión, junto a otros activistas, para que la suspensión sea ya toda una realidad, ya que pese a que en junio del 2023 la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Morelos (Propaem) ordenó su clausura definitiva y remediación; además, de una multa para quien o quienes resulten responsables, hasta el momento no se ha hecho efectivo; las consecuencias, una severa conflagración que desde hace días no ha podido sofocarse y que este martes cubrió con una densa capa blanca tanto a Huitzilac como el norte de Cuernavaca.

“Tenemos que hacer presión para que se cancele definitivamente ese basurero ilegal que no lo permite la Norma 083 de la Semarnat, porque ha habido varios incendios ya, pero además crea con los lixiviados una contaminación terrible a los mantos freáticos que están en el Bosque de Agua y que es el líquido que nos llega a Cuernavaca. Debió haber sido clausurado hace muchos años ese basurero en las administraciones pasadas y antepasadas y desde hace años se ha solicitado que se clausure por ilegal; sin embargo, ninguno de los gobiernos que han presidido el actual ha hecho nada”, lamentó.

Paralelamente a la clausura, añadió, tiene que haber una alternativa de un relleno sanitario que cumpla con la Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003 cabalmente para que haya un lugar óptimo donde depositar los desechos sólidos llamados basura, así como también un programa integral para el manejo de separación de residuos y su reducción, al mencionar que son miles de toneladas las que llegan al basurero clandestino de Huitzilac.

También mencionó que es indispensable la creación de un proyecto integral para impulsar y fomentar la conciencia ambiental entre la población para que tenga los conocimientos básicos respecto a cómo separar la basura orgánica e inorgánica y así reducir los desechos, reutilizándolos.

“Los responsables de permitir los basureros a cielo abierto son el Gobierno del Estado, Ayuntamientos, Profepa y Propaem que éste debería de haber cancelado hace años ese relleno sanitario o basurero a cielo abierto, o sea, ha habido omisión en ese sentido”, destacó la experta en medio ambiente.

Cabe destacar que otros basureros que operan en Morelos bajo la clandestinidad y sin cumplir las normas ambientales son el de Cuernavaca y Cuautla, por lo que la nula atención y remediación podría empeorar con el paso del tiempo, registrándose incendios cada vez más complicados de sofocar, además de severos daños ambientales.

Ley de Medio Ambiente en Morelos, letra muerta

Si bien en junio del 2023 la Propaem, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Poder Ejecutivo, ordenó la clausura definitiva y remediación del tiradero a cielo abierto en Huitzilac, la realidad es que al no hacer un trabajo de seguimiento el lugar sigue operando bajo la clandestinidad, sin que nadie haga verdaderamente algo al respecto.

Pese a que en su momento el titular de la dependencia, Carlos Saldívar Salazar, comentó que se procedió mediante resolución a clausurar de manera definitiva el área, una vez que el Segundo Tribunal Colegiado en materias Penal y Administrativa del Décimo Octavo Circuito del Poder Judicial de la Federación resolvió conceder el amparo a la Procuraduría, las autoridades municipales no han acatado el mandato, bajo el sigilo del Gobierno estatal, en ese momento a cargo de Cuauhtémoc Blanco Bravo.

Y aun cuando comentó que la reparación del impacto ambiental no sólo incluiría una dimensión económica, sino también se traduciría en actividades de remediación, recuperación o mitigación de las consecuencias causadas por la infracción cometida, actualmente, nada se hecho, prueba de ello es que el municipio de Huitzilac, desde hace varias administraciones, continúa depositando los desechos en un área natural protegida, pues el tiradero se ubica dentro del Corredor Biológico Chichinautzin y cerca de un afluente de agua de un manto acuífero.

Tema de investigación

En 2018, de acuerdo con la tesina “Propuesta de Programa para el Manejo de Residuos Sólidos Urbanos en el Municipio de Huitzilac, Morelos” del Centro de Investigación en Biotecnología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), los residuos sólidos urbanos se disponen en el paraje denominado “el Tezontle” y no se cuenta con información de la fecha a partir de la cual el Ayuntamiento de Huitzilac es propietario del predio.

Sin embargo, su utilización como sitio de disposición final se da desde hace más de 20 años, durante el periodo del gobernador Antonio Riva Palacio López (1988-1994), cuando se terminó de explotar un banco de material (tezontle), ya que el socavón formado en este sitio se empezó a utilizar como depósito de residuos.

El sitio de disposición se ubica en la zona norte del municipio aproximadamente a 2 kilómetros de la localidad de Tres Marías y a 3.5 kilómetros de la cabecera municipal; tiene una extensión aproximada de 6 hectáreas de las cuales únicamente 4 corresponde a la superficie donde se han depositado los residuos y el resto a caminos utilizados como vía de acceso a la mina de Tezontle.

De acuerdo con la NOM-083-SEMARNAT-2003 la categoría a la que corresponde el sitio de disposición final es la C, es decir, con un ingreso de 10 a 50 toneladas por día de residuos, sin embargo, el municipio no cuenta con la maquinaria y personal para realizar la cobertura diaria y compactación establecida en la normatividad.

En el año 2008, el Ayuntamiento en colaboración con la anteriormente llamada Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente (CEAMA) presentó el Plan de Regularización del sitio (Hidro Industrial, 2008), en el cual se establecía la construcción de una única celda con sistema de captación de gas y lixiviado, drenaje de aguas pluviales y algunas características operativas para la compactación, cobertura y control de materiales depositados en el sitio.

A partir de este Plan, se realizó la clausura de la zona que inicialmente sirvió como depósito de residuos (socavón de banco de material), quedando enterrados cerca de 13 mil 485 m2 de residuos sólidos urbanos.

Pero aún con todos los intentos para rescatar el sitio, el manejo de la basura en Huitzilac se ha convertido en un problema de tal magnitud que actualmente ha sido difícil de remediar y ante el poco interés de darle continuidad a su cese inmediato, se complica aún más.