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Tras aprobar la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) la vacuna mexicana “Patria” para disminuir el contagio de COVID-19 y de sus variantes derivadas del virus central SARS-CoV-2, investigadores de la UNAM reiteraron que debe usarse sólo en caso de emergencia, pues no ataca las nuevas cepas descubiertas recientemente.

En entrevista para La Jornada Morelos, Susana López Charretón, investigadora en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México delegación Morelos, explicó que el país está en desventaja, ya que cuando iniciaron las pruebas fue difícil conseguir voluntarios “vírgenes”, lo que ocasionó que los resultados se atrasaran.

“Hubo un retraso en conseguir voluntarios que no hubieran pasado ni por vacunas o infección y eso retrasó aún más las pruebas, por lo que es difícil saber qué tanto protege algo contra lo que ya estás protegido. La vacuna ‘Patria’ sí está hecha con un diseño que va contra las cepas originales de China, es decir, la cepa que es la que primero se descubrió y a la fecha ya tenemos otras variantes”, explicó.

Por lo que la vacuna “Patria”, sostuvo, “no es la óptima, similar a Abdala, para atacar los nuevos virus, por lo que no es de última generación; sin embargo, como refuerzo sí puede aminorar los síntomas, aunque no al 100 por ciento”; dijo al destacar que su “gran ventaja, ahora, es que ya sabemos cómo en México se puede hacer todo este desarrollo”.

“La población sobre la que se pudo probar es muy limitada y todavía no hay autorización para niños y no se recomienda para personas que tengan comorbilidades e inmunodeficiencias. La parte muy positiva es que, al haber aprendido a hacer todo este desarrollo en México, en laboratorios mexicanos, nos da un avance para próximas vacunas e inclusive modernizarse, siempre y cuando siga manteniéndose el apoyo a este tipo de desarrollos”, acotó.