Sobre el perro de Eliacín Salgado de la Paz
- El dueño ni se inmutó
Súper cierto, el perro no tiene la culpa pero por alguna razón es agresivo, envistió a una amiga que caminaba por la zona y la sorprendió por la espalda lesionándola gravemente, el cuidador del perro no se inmutó y es aún más peligroso que el perro. Además, no nos quisieron dar la cartilla de vacunación del perro y las heridas de mi compañera tardaron en sanar varios meses bajo tratamiento médico y terapia.
Vecino 1 (el remitente pidió conservar el anonimato)
- Los perros se parecen a sus dueños
¡Qué barbaridad con ese señor que no educa a su perro y fomenta la agresión! ¡Muy cierto el dicho de que los perros se parecen a sus dueños!
Vecino 2 (el remitente pidió conservar el anonimato)
- El educador que no sabe educar ni a su perro
No podía creerlo. Si no sabe educar a su perro, ¿qué hace al frente la educación pública?. Peeeero, como dicen, no tiene la culpa el indio… Ya estamos hartos de tanta ineptitud y soberbia.
MDMV (el remitente pidió conservar el anonimato)
Se llegan los años
Miguel A. Izquierdo S.
“No dejes entrar al viejo”
ha dicho famoso artista
aunque todo me despista
quiero tomar su consejo
sin haber piso parejo.
Quien no cae, ha resbalado
con muletas, va enyesado
y en un descuido, de un tris
se ha hecho de cicatriz
o va con vendas, parchado.
¿Cómo poder prevenir
lo que va en pleno proceso?
Si me hubieran dicho de eso
y que estaba por venir
se me habría antojado huir.
Vocales se me cuatrapean
sílabas se adelantan
la lengua hace sus caprichos
y se van cumpliendo los dichos
de viejos que ya chochean.
Se pierde la independencia
se aproximan los regaños
todo por sobrar los años
va escaseando la paciencia
y se ausenta la conciencia.
“Ya no esto”, “ya no lo otro”
echado se queda el potro
los músculos no despiertan
los tendones se revientan
aun tomando calostro.
La mano empieza a temblar
el cerebro no gobierna
y se tropieza la pierna
a la hora de caminar
más de uno dice: “ni hablar”.
Si no te reconociera
paseando, un día cualquiera
o pregunto dónde vivo
y que me siento cautivo
es que no soy, sino era.