loader image

 

Hace un par de días, María Luisa Villanueva Márquez se presentó ante los magistrados de la Sala Auxiliar del Tribunal Superior de Justicia de Morelos para exigir que se le declarara inocente y que se anulara la sentencia que la mantuvo en prisión durante un cuarto de siglo sin que el Estado pudiera armar un caso congruente en su contra.

Villanueva cobró notoriedad el año pasado cuando tuvo que ser obligada a abandonar el penal de Atlacholoaya pues insistía en que solamente saldría de prisión cuando se le declarara inocente, pero antes de que eso sucediera, la maquinaria legal del estado, encabezada por Luis Jorge Gamboa Olea -quien, antes de encabezar el Tribunal Superior de Justicia, siendo Magistrado, se negó a revisar realmente su caso- le concedió graciosamente su preliberación pues su sentencia era de 30 años.

Ante los magistrados Juan Gabriel Vargas Téllez, Arturo Loza Flores y Bertha Rendón Montealegre, la defensa de Villanueva enlistó las arbitrariedades del caso entre las que se encuentran que se registró su detención varios días después de llevarse a cabo -tiempo en el que María Luisa asegura haber sido vejada y torturada; la autoridad aseguró que en el momento de su detención se encontraba en posesión de un lote de joyas que se habían pagado por el rescate de la menor secuestrada cuando estos bienes se encontraban en posesión de la entonces Procuraduría de Justicia del estado varios días antes del arresto de Villanueva y, lo más importante, la víctima -hoy ya una mujer adulta- nunca identificó a María Luisa como su secuestradora.

En la audiencia, Villanueva ofreció su propio testimonio sobre la tortura a la que fue sometida y las amenazas que siguieron durante el proceso judicial por parte de los agentes de Grupo Antisecuestros. Entonces, María Luisa fustigó: “a mí se me fabricó un delito. Yo solo pido justicia y que se reconozca mi inocencia, quiero limpiar mi nombre para que mis hijos entiendan que no los abandoné por estar delinquiendo y sanen un poco de todo lo que sufrieron sin mí […] Esto que me pasó fue por policías corruptos y jueces con vicios recibiendo al grupo antisecuestros que cubrían los policías”, como se lee en la nota de nuestra compañera Estrella Pedroza que publicamos ayer, cuando reportamos que los magistrados consideraron improcedente el recurso de María Luisa, con lo que dejaron en pie el amago de la justicia morelense de volverla a encarcelar, ahora porque, supuestamente, el juzgador no tenía la competencia para ordenar su “preliberación”.

La nota que publicamos hoy es el anuncio de que Villanueva interpondrá un amparo ante la justicia federal por el reciente fallo de los magistrados de la Sala Auxiliar del Tribunal Superior de Justicia de Morelos, a quienes la defensa criticó por no conocer de derecho, y se podría agregar, tampoco parecen tener idea de aquello que se le llama “debido proceso”.

Pero no se podía esperar otra cosa de los jueces morelenses pues su jefe está muy comprometido en el caso de Villanueva Márquez.

No obstante, la confianza en su inocencia, en la ley y en la justicia, que ha mostrado María Luisa en todo su proceso -iniciado hace varios lustros, aunque retrasado en los tribunales del estado por sospechosas razones- resultan un ejemplo para los morelenses que confiamos en un futuro mejor y un ejemplo mayor para sus propios juzgadores, quienes parecen no saber quien es la señora con los ojos vendados que ven cada vez que entran a su chamba.