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Antulio Sánchez

 

Pavimentado de supuestos y de realidades está trazado el camino que ha conducido a la aparición de internet. Uno de los aspectos que se destaca al respecto es el referente a los pioneros de internet, muchos de los cuales no se han valorado en su justa dimensión, lo cual se debe en parte a que los medios de comunicación convencionales han tratado de encontrar al padre fundador, al máximo referente que pueda reunir en su figura la de artífice de la creación de la red. 

Si hay alguien que merece ser revalorado por sus aportes sobre lo que hoy denominamos internet, es Paul Baran, nacido en Polonia el 29 de abril de 1926. Como dice Tom Wheeler en From Gutenberg to Google: The History of OurFuture, Baran es uno de los auténticos padres fundadores de internet. 

Baran fue hijo de un inmigrante polaco que llegó a Estados Unidos a fines de los años cincuenta. Paul se graduó en ingeniería y computación y se unió al departamento de ciencias de la computación en la división de matemáticas en la corporación RAND, un think tank centrado en ofrecersoluciones tecnológicas al sector militar. 

La incorporación de Baran a RAND se dio en el contexto de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética;él se interesó en usar la tecnología digital para potenciar la resistencia de los sistemas de comunicación ante un ataque nuclear. Fue de los primeros investigadores en determinar, a escala teórica, que el problema de la falta de robustez de la infraestructura de comunicaciones estadounidense era solucionable con la tecnología digital. Su objetivo, al idear soluciones tecnológicas era, como refirió: «hacer todas las cosas necesarias para permitir a los sobrevivientes del holocausto sacudirse las cenizas y reconstruir la economía».

En once memorandos explicó ampliamente su propuesta de una red digital, en donde expuso que para contar con una red potente y confiable, se requería tener una mayor redundancia. Baran partió de que las redes telefónicas en ese momento eran de dos tipos. Unas tenían centros de conmutación centralizados, lo que las hacía muy vulnerables ya que todas las comunicaciones desembocaban en un solo punto para su gestión. Otras eran descentralizadas, con varios centros nerviosos principales alrededor de los cuales se agrupaban diversos enlaces, y también eran vulnerables. 

En su diseño, la comunicación debía de tener varias rutas o redundancias para llegar de su punto de envío a su destino, de forma que si una ruta se cancelaba por un accidente o cualquier cuestión todas las demás sobrevivieran. Baran se inspiró en el mismo cerebro humano, que se puede recuperar de algún daño reasignando las funciones perdidas de algunas neuronas por otras que aún permanecen intactas. Esa fue su una idea extraordinaria. 

La otra, que nos llega hasta el día de hoy, y que puede ser definida como revolucionaria, fue comprender que para que un mensaje pudiera sortear dificultades y eludir imprevistos de congestionamiento de datos, era necesario fracturar los mensajes, dividirlos en pequeñas partes, lo que denominó «bloques de mensajes», lo que hoy se conoce como «paquetes de datos», todos viajando por diferentes caminos hacia su destino, en donde gracias a un software se podríanreagrupar todos los paquetes y dar paso al mensaje como tal. Y esta es la manera en que se entregan en la actualidad los mensajes y archivos en internet. Se trataba de conformar, al final, una red de usuario a usuario.

Como refiere el mencionado Tom Wheeler: el trabajo de Baran fue fundamental para el desarrollo de la comunicación basada en computadoras, pero también fue deudor de las situaciones históricas de su época: la aceleración del progreso en la computación durante la Segunda Guerra Mundial, y la búsqueda de soluciones de comunicación durante la guerra fría. 

Paul Baran falleció el 26 de marzo de 2011. Testimonio de su visión adelantada es que en 1968 previó una nueva era de consumidores para el año 2000; escribió sobre un sistema de publicidad que reemplazaría al viejo modelo de publicidad «push», «diseñado para los medios de comunicación convencionales para vender pocos productos producidos en masa». Y como complemento a eso dijo que era falaz la creencia generalizada de que la red de comunicaciones en la era de redes digitales sería un santuario divino para la privacidad.

@tulios41

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