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Seguramente sin la espectacularidad de un debate, pero al final mucho más eficientes en términos de comunicación, los Diálogos Ciudadanos que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), permitieron a un segmento de quienes podrían votar el 2 de junio próximo conocer, comparar y contrastar las propuestas de gobierno y personalidades de las tres candidatas a la gubernatura de Morelos.

El ejercicio de diálogo con los empresarios permitió que, en ese orden, Lucy Meza Guzmán, Jessica Ortega de la Cruz y Margarita González Saravia, expusieran algunas de sus ideas sobre cómo gobernar Morelos. Los asistentes pudieron preguntar a las candidatas asuntos que consideraron deberían profundizar, no habían sido tocados en las exposiciones, o habían quedado poco claros, y hasta se dieron el lujo de sacarles algunos compromisos, como el de seguir dialogando para aportar al diseño de proyectos de gobierno desde la agenda ciudadana.

Fue una lástima, sin embargo, la escasa asistencia en los foros. Los equipos que acompañaron a cada una de las candidatas resultaron bastante más nutridos que la asistencia de los empresarios al ejercicio que ellos mismos habían convocado. Aunque parte de este fenómeno podría derivar de las reuniones que ya habían tenido cada grupo empresarial con cada candidata, no deja de llamar la atención que en el ejercicio más abierto y extenso de intercambio con las mujeres que podrían ocupar la gubernatura a partir de octubre próximo, la presencia de empresarios haya sido tan escasa.

A las candidatas debe reconocérseles que no se amilanaron, respondieron a preguntas difíciles con un público que, a pesar de lo escaso, es sumamente complicado. Ellas aprendieron, seguramente, cuáles son las mayores preocupaciones, inquietudes y reclamos de ese sector de empresarios de Morelos que, por cierto, parecen ser las mismas que las del resto de la ciudadanía: seguridad, desarrollo económico, combate a la corrupción, salud y educación, fueron los temas en los que más se fijaron los empresarios.

También sirvió el ejercicio como monitor del rechazo profundo a la figura del gobernador, Cuauhtémoc Blanco, cada vez que su nombre era mencionado asociado con la corrupción, la indolencia, el saqueo, el público aplaudía con entusiasmo. Casi lo mismo que cuando prometieron tomar en cuenta las opiniones de los empresarios. Otros compromisos que fueron respaldados con las palmas expresos por diversas candidatas fueron la construcción de nuevos hospitales, el cuidado a la salud mental, la protección de la niñez, dotar de vacunas y prevenir el dengue.

El ejercicio de los empresarios fue un buen intento por iniciar un necesario diálogo muy público entre las candidatas y la ciudadanía y si bien hay que aplaudir el esfuerzo y reconocer el formato, no se puede soslayar la escasa participación un fenómeno que sería imperdonable se repitiera el día de la elección.