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En la que pudiera ser su última visita a nuestro estado en calidad de Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador aseguró que se han hecho esfuerzos por recuperar la paz social y para rescatar al campo, la educación, la salud y garantizar el acceso al agua.

Como es habitual, el Presidente llegó a Morelos y fue arropado por una multitud que busca la forma de demostrarle su confianza y su admiración, a su lado, muchos, además, portaban pancartas y escritos con peticiones particulares, entre ellos figuró un contingente del Sindicato Mexicano de Electricistas y del Sindicato de Trabajadores del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, con demandas laborales muy precisas, y hasta un grupo de vecinos de Alpuyeca que pidieron su apoyo para la conformación de un nuevo municipio. El Presidente sabe muy bien como atender a todos y lo hizo.

Andrés Manuel López Obrador también reiteró su repudio a la corrupción –“¡Al carajo la corrupción!”, dijo- y enumeró los logros de su administración. Aseguró que en nuestro estado se ha logrado mucho porque el gobierno federal siempre ha apoyado al estatal. Cuando, a pesar de los filtros de la logística estatal, algunos de los presentes abuchearon al gobernador en varias ocasiones, el Presidente López Obrador salió en su defensa: “todo lo que hemos hecho en Morelos, lo hemos hecho juntos”, dijo.

Aseguró que Blanco Bravo es un buen gobernador. “No saben lo que he padecido con otros gobernadores que no trabajan por el bien del pueblo” -confió el primer mandatario de la nación. Pero aclaró que esa era su opinión y que, en el fondo, el pueblo es más importante que el gobernador o el Presidente mismo.

Así, la visita presidencial, debió dejar algún sabor agridulce en algunos y quizá no fue el evento lucidor que se esperaba con el renovado Palacio de Cortés y los Murales de Diego Rivera como telón de fondo.

En Morelos vivimos diversos problemas que muchos atribuyen a la indolencia del gobierno estatal que, como el mismo Presidente de la República apuntó, parece no tener iniciativa si no lo empuja la federación. La falta de apoyos a los productores agrícolas del sur del estado es un hecho que va a contrapelo de los deseos presidenciales quien confía que el campo se haya rescatado para el bien del pueblo y de quienes viven directamente del campo.

Las condiciones en las que se encuentra el sistema educativo estatal, que vive una crisis actualmente por la falta de atención por parte de las autoridades educativas, parecen contradecir también la iniciativa presidencial por recuperar la educación en México.

Y las condiciones de seguridad en el estado, ni se diga, esa es la mayor preocupación de todos los morelenses y las deplorables condiciones en las que se encuentra son atestiguadas por los mismos órganos de seguridad de la federación.

Desde luego, el problema no radica en la voluntad presidencial, sino en que algunos de sus deseos y expectativas no aterrizan en la realidad del estado y esa es solamente responsabilidad de la administración estatal. Y eso es una pena pues, como se demostró ayer, el gobernador siempre ha gozado de la confianza del Presidente.