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Hace más de dos décadas, la Cooperativa de Ahorro y Préstamo de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación era una organización avalada por la organización laboral que permitía, como las instituciones de su tipo, mantener un ahorro constante con alto rendimiento y gozar de préstamos con intereses bastante bajos que eran cómodamente descontados de la nómina de los trabajadores de la educación. No todos participaban en ella, pero miles sí lo hacían y la confianza del magisterio hizo crecer muy pronto a la institución que muy pronto adquirió instalaciones propias y fue abriendo oficinas en las tres regiones del estado.

La tentación de meter las manos en la cooperativa, para el antiguo sindicalismo magisterial, era enorme y hubo por lo menos tres intentos, el último en el 2012 cuando personeros de un partido político intentaron que la dirigencia de la institución de ahorro financiara una campaña a la gubernatura. El entonces director de la Cooperativa, Pedro Pino Flores (fallecido en el 2018), defendió el ahorro de los maestros. Cuando la dirigencia sindical de entonces quiso removerlo de la Cooperativa por instrucción de la otrora poderosísima dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo, el profe Pino, como le decían todos, convocó a una asamblea y los socios de la Cooperativa decidieron separarse del mando sindical y se quedaron a cargo, nombrando a Pino administrador general.

Entonces, desde el gobierno estatal, ya en manos de Graco Ramírez, el Instituto de la Educación Básica y la dirigencia sindical de entonces, comenzó una embestida contra la cooperativa, primero a través de declaraciones y advertencias de que el dinero de los maestros estaba en peligro, y luego mediante la retención de abonos y ahorros de los maestros que no eran enterados a la Cooperativa, lo que causaba desbalances graves que obligaron a ir cerrando oficinas y servicios.

Pino todavía logró enderezar la administración, y después de muchos meses de negociaciones por fin le fueron enterados los pagos. Pero el daño estaba hecho, la confianza de muchos maestros se había perdido y ya sólo alrededor de seis mil mantenían sus ahorros y utilizaban los créditos que se ofrecían. Esas complicaciones fueron minando a la administración de la cooperativa que empezó a enfrentar conflictos internos que arreciaron con la muerte del profe Pino.

Dos bandos se disputan la legitimidad de la Cooperativa desde hace cinco años. Lo que ha llevado a muchos maestros a plantear la conveniencia de que nuevamente la sección 19 del SNTE, ya con muchos más controles para la transparencia, tome la administración. Los tribunales han ayudado muy poco, hace cinco años que hay un litigio que ha comprometido los casi cien millones de pesos que corresponden a los socios. Entre la pasividad de los juzgados y la poca voluntad de las partes para llegar a acuerdos, los maestros siguen siendo afectados. Probablemente sea hora de que el sindicato retome el tema y funja como mediador entre las partes, los maestros lo van a agradecer y probablemente la Cooperativa vuelva a funcionar como en sus mejores años.