loader image

 

Todavía está lejos el verano, pero el sol aplasta a Morelos, en donde desde hace semanas extrañamos las nubes -que, por lo visto, prefieren la noche para aparecer- y la lluvia, cuya ausencia vacía cada vez más nuestras reservas de agua y seca la vegetación.

Aunque no se sabe la causa del incendio en el cerro del Tlatoani en Tlayacapan -la persona intoxicada que incendió el Tepozteco hace algunos años siempre viene a la memoria- es común que el fuego se desate de manera espontánea dadas las condiciones prevalecen actualmente.

Es preocupante con qué facilidad se pueden perder recursos naturales y con qué rapidez se puede extender el fuego devastando hectárea tras hectárea de vegetación y bosque que es un verdadero patrimonio para el estado.

Y no solo en el Tlayacapan, en Temixco ardió un pastizal que puso en riego un conjunto habitacional y en Cuernavaca ya se han desatado más de 80 conatos que han logrado ser sofocados oportunamente gracias a la pronta acción de los cuerpos de protección civil, bomberos.

El Tepoztlán y en otros municipios vecinos se organizaron y movilizaron contingentes de voluntarios para ayudar al vecino Tlayacapan a abrir zanjas y someter la conflagración, que, hacia el cierre de la presente edición, se habría logrado controlar al 100 por ciento, aunque el fuego aún no se ha logrado apagar.

A los voluntarios con pala y pico, que se subieron al cerro a combatir frente a frente el fuego, se sumaron contingentes de vecinos que rápidamente se organizaron para acercarles a los bomberos bebidas, sueros, comida enlatada y garrafones de agua de beber, en una acción espontánea y ejemplar.

Los vecinos de Tepoztlán y de Tlayacapan usaron las redes sociales para organizar una eficiente red de apoyo de emergencia para ayudar a los voluntarios y a los bomberos, e hicieron acopio también de lámparas, guantes, paliacates y escobas. El espíritu de la comunidad en pleno.

Desde luego, los ayuntamientos también hicieron lo suyo al organizar rápidamente a un contingente de más de 150 personas quienes se lograron distribuir con eficiencia las tareas para controlar el incendio.

Aunque el incendio continúa, es de esperar que se logre apagar en las próximas horas; de todas formas, Morelos demostró una vez más que se sabe organizar cuando es necesario, que tiene un gran espíritu solidario y que se logran grandes cosas cuando la comunidad y los gobiernos trabajan juntos.

Así, mientras algunos buscan la forma de subirse al presupuesto durante catorce años de corrido, otros hacen piruetas en el aire para no perder fuero ni un minuto entre chamba y chamba, y otros nadan de muertito en la gran alberca de la irresponsabilidad o bajo la sombra de nombramientos transexenales, hay algunos morelenses que les ponen el ejemplo de que el amor por esta tierra y la solidaridad entre morelenses, va primero que cualquier sueño guajiro, por lucrativo que sea.