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Cuauhtémoc Blanco rindió su último informe de gobierno en un escenario controlado, la Plaza de Armas de Cuernavaca se cerró desde temprano y el acceso fue controlado por lo menos hasta que empezó el espectáculo fuerte de la noche, el show de la Banda El Recodo, que tocaría algunos de sus éxitos festejando al que se va y entreteniendo a los que se quedan.

Horas antes, fiel a la lógica rupturista que impuso desde hace mucho con el Congreso local, Cuauhtémoc Blanco había enviado el informe y sus anexos al Legislativo; esta vez el honor fue para el secretario de Hacienda, Gerardo López Huérfano, quien parece haberse convertido en el único negociador capaz de dialogar con los diputados. Pero no hubo nada más.

La falta de diálogo es imposible cuando uno de los actores se niega sistemáticamente a charlar. El Ejecutivo en Morelos ha sido omiso en escuchar a la LV Legislatura, pero también a las opiniones, demandas y clamores de las decenas de miles de morelenses que han sido agraviados por las crisis, de seguridad, económica, de salud, educativa, de empleo, y la que padece el campo. Y tampoco ha actuado para siquiera administrarlas, como hicieron administraciones anteriores.

La opinión general es que Cuauhtémoc Blanco, el gobernador peor evaluado del país en los rankings de casas encuestadoras como Demoscopia y Mitofsky, dejará un Morelos peor del que encontró en cada rubro de la administración pública. Pero también a una ciudadanía que cada vez confía menos en la política para resolver sus problemas y eso es mucho más grave.

Los datos del informe de gobierno podrían resultar satisfactorios si se observan desde el gabinete gubernamental. Pero a la luz de un análisis serio, la administración de Cuauhtémoc Blanco se quedó muy corta en la atención de las necesidades de los morelenses. Algunos ejemplos: el informe presume la entrega en 2023 de 424 pulseras de pánico para mujeres en riesgo de ser violentadas, en ese mismo año se registraron más de cinco mil 200 denuncias por violencia familiar. Se otorgaron créditos de autoempleo a 200 personas en el 2023, y en enero de 2024 se perdieron 344 empleos formales. Se dotó al sector salud de 22 ambulancias, pero más de 900 mil morelenses perdieron el acceso a los servicios de salud en cinco años. Igual ejercicio puede hacerse con cada uno de los sectores de la administración pública que ni siquiera alcanza a ser de claroscuros, porque los claros son apenas puntos y los oscuros enormes y persistentes manchas.

La banda El Recodo tocó para distraer a cientos de personas en la Plaza de Armas de lo que ellas mismas y otras decenas de miles en Morelos viven todos los días en un estado que, cansado de tener fe, solo espera el momento en que acabe el martirio y comience la reconstrucción.